Veo lianas ocupadas, miles de cuerpos desnudos y danzantes que dan zancadas en el aire buscando sus nutrientes más cercanos. No esos que salen de los árboles a los que cuesta subir. Entre la maleza no hay buenos ni malos, no hay animales que adviertan que jamás serán cazadores, pues hasta la más hermosa flor, deudora de vida a la naturaleza, es una superviviente, y a su vez una capturadora en busca de emociones y cuencos de sentimientos a flor de piel. En la jungla hay miradas, nacimiento, muerte, robo, aislamiento, solitarios, libertinos, agua, tierra y viento. Y cuando la noche precede al día, todo vuelve a empezar, pues la necesidad dentro de una inmensidad desmesurada, quizás no suministrada justamente para todos, es la clave de nuestra naturaleza, de nuestros instintos, de nuestra inspiración, de la actuación y de la posesión.
2 comentarios:
Amén. ;)
Caray, es magistral lo que escribistes, una descripcion que siente cuando la les, un buen film claro, el cual se le debe mencionar, esplendido, como siempre, un buen blog de cine, gracias.
Gracias por tu blog.
Alfredo.
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