2009/10/30

Spielberg manía [Vol2]










Ver Vol.1

Homenaje

Quentin Tarantino dice ser un hombre que homenajea muchas cosas dentro de sus películas. Ahora voy yo y le homenajeo en su cara con un sencillo rotulador, convirtiendo a Quentin en un improvisado Andreu Buenafuente dentro de la campaña que ambos han hecho para White Label. Oye, no ofendo a Tarantino, admiro a este hombre, solo que bueno, a veces es inevitable , el ser humano se aburre o se divierte con la prensa y si tiene un bolígrafo para ponerle cuernos a Rajoy, pintarle un pene al papa o tintar aun más las cejas de Zapatero, pues mejor que mejor...

¡Despertad!


Deme sus vestiduras.
-Tome.
Deme sus medicinas
- Tome, ¡¡¡Achuú!!!
Deme su dinero
- Tome, es todo lo que llevaba encima
Deme su casa, su cama, sus mantas para el frío
- Tómelas
Deme sus zapatos viejos
-No, por favor
¡Es la Ley!
-¿Y los calcetines también?
También.
-Tome...

- Idiota, imbécil, estúpido encorbatado de picapleitos astillado. Ruin, manipulador, garrapata, si fueras mentiroso podría perdonarte, pero eres peor que eso: Hipócrita es la palabra. Me vale el insulto barato porque es directo, sincero y no se anda con rodeos, por eso lo he usado. Tu inteligencia es bien reconocida, pero tu eres un individuo de obviedades, el resto puede comerte, ahora bien, el resto está dormitado y por ello juegas con un as en la manga. Ahora tengo tos, no es ni religiosa, ni de izquierdas, ni de derechas ni de centro. Mi tos es humana y va arriba o abajo. Es lo suficientemente precupante para saber que está abajo, muy abajo. Vuestro miedo que intentáis transmitir me reconforta, en serio, no conseguiréis asustar a todos, conmigo no ha valido . Cuando no queden ojos para que os miren, para que os aplaudan, para que os respiren, ¿Qué haréis, solitarios?. Yo lo sé, pero la diferencia amigos es simple. No tengo miedo. Hace falta un cambio, ¡Despertad!.


2009/10/29

"Escalofrío en la noche": Lidiando con el compromiso

Que a día de hoy, Clint Eastwood sea uno de los mejores directores vivos del cine actual es indiscutible. Hoy le doy un nuevo voto de confianza (y cuando no), con su ópera prima, "Escalofrío en la noche" en España pero de título muchísimo más acertado en su versión original: "Play Misty for Me". Un thriller con tintes psicológicos, donde Eastwood tiene que lidiar con la locura de una fanática de su programa radiofónico hasta puntos insospechables. Una película sencilla, con tintes Hitchcockianos, pero que es tremendamente disfrutable con los cinco sentidos, una delicia para los seguidores de Eastwood que quieran adentrarse con curiosidad hacia su primer film como director. Dave Garver (Clint Eastwood) es un popular locutor de radio de California que en su programa recibe frecuentes llamadas de una mujer. Garver decide citarse con la propietaria de la misteriosa voz, Evelyn, en el pub que ella suele frecuentar, Pero Evelyn no es la dulce mujer que parece y, ante el rechazo de Garver, éste deberá de enfrentarse a la violencia de Evelyn, que no duda en amenazar y perseguir a la novia de Garver y a él mismo. El libreto lo firman Jo Heims & Dean Riesner, partiendo, como ya he dicho, de una premisa sencilla pero puramente cinematográfica. El punto de calidad lo aporta Eastwood, matizando en los personajes, y lidiando con el tema de la obsesión que tiene la psicópata protagonista del film. El inmaduro y mujeriego Eastwood, paga el pato de sus vicios, y a pesar de que su personaje entre dentro del galán "Westerniano" al que nos tiene acostumbrados, aquí hay matices. El golpe es duro, psicológico y pega fuerte en espectador, pues los tintes de terror y suspense (bien logrados) dentro del guión, logran aumentar la fuerza del film por sí solas. Con una introducción desde el aire (muy típico en el cine de Eastwood, esos grandes paisajes en panorámico, bellísimos) pasando por la precisa clara (y yendo al grano, cosa que se agradece) presentación de los personajes. El nudo arranca la claustrofobia crepuscular que consigue el film, pero le veo un fallito por lo que el film pierde la calificación de ser redondo.

Me refiero a esos minutos excesivamente alargados (Casi parecen de relleno) del festival de Woodstock (se ve realmente la pasión de Eastwood por la música que más tarde llevaría a cabo en sus documentales), o la escenita de sexo, eso si, muy cuidada estéticamente, donde cada plano parece estar milimetrado, pero no se, tampoco hacía falta alargarla tanto (aunque está justificada para poder sufrir mejor en nuestra piel, el conflicto final de los personajes protagonistas, quitándole algo de frialdad a la historia, quizás por exigencias de los productores, dado que Eastwood suele usar la frialdad y crudeza cuando es necesario en sus films más contemporáneos). El desenlace es sencillamente genial. Una pieza perfecta entre el magnífico trabajo de edición (El policía llegando a la casa, mientras Eastwood conduce como un loco y su cuadro se desgarra por un cuchillo, genial, en paralelo), con un ritmo frenético, suspense logradísimo y ojo al último minuto, porque el final es tan brusco, como burro, frío, acojonante y desternillante a su vez, pero ojo, todo en el buen sentido.El señor Eastwood cierra con fuerza bruta (nunca mejor dicho) sacando a relucir, el personaje brutote y descabellado de los Westerns de Leone, estereotipo que viene aquí de perlas para empatizar con el espectador que desea que se haga justicia, yo aplaudo el inesperado, misógino y exagerado final, realmente magistral, jajaja.

Del reparto, decir que todos los personajes, están enmarcados en una etiqueta cinematográfica, me explico. Puede que todo esté algo caricaturesco en cierta medida, pero Eastwood sabe encarrilar muy bien a sus personajes llevándolos por caminos muy acertados, conectando no obstante con el público y siendo muy carismáticos. Es por ello, que Clint Eastwood, representa un personaje a dos bandas, confundido, rudo, mujeriego pero con ganas de cambiar, de madurar (es curioso, suena bastante irónico, puesto que es su primer film como director), un personaje genial, de esos que solo el tite Eastwood puede interpretar. Jessica Walter interpreta a Evelyn, la histérica hija de puta con todas las letras, de la película. Maravillosa interpretación (quizás demasiada sobrecargada de gestos, pero no le pongo ninguna pega, porque funciona a la perfección dentro del tono del film), Walter acojona, aterroriza e inquieta por partes iguales, nunca sabes por donde va a salir el personaje, y si lo sabes, no sabes cuando lo hará (algo muy Hitchcock...). El resto del reparto, muy correcto, destacar también a la novia del personaje de Eastwood, interpretado por la guapa Donna Mills. En líneas generales, el reparto es funcional, la buena dirección de un primerizo Eastwood tras la cámara, no parece afectar a lo que realmente importa, el dinamismo y el interés del espectador para meternos de lleno en cada tramo de la historia.

La dirección de Eastwood es muy artesana. Es curioso, porque se ven perfectamente todas sus referencias dentro de su estética. La más evidente, Hitchcock, pues comparte por ejemplo su manera de llevar el suspense. La cámara se mueve a veces de manera nerviosa (cámara al hombro) ayudando a dar mucho realismo a las partes más viscerales y violentas, con lo cual, el resultado es elegante y nada tosco como he leído por ahí, a mi es más, me impacta visualmente mucho más, y si es Eastwood quien lo hace, pues el doble. También es cierto, que Sergio Leone está presente en la mente del director, supongo que aprendió muchísimo haciendo los Westerns, y aquí podemos apreciar muchos zooms a lo Leone, los paisajes, la composición y fotografía, también muy influenciada. Eso si, Eastwood le da factura, y a pesar de tener films más perfectos técnicamente, la verdad es que aquí sorprende gratamente ver la frescura creativa que tienen sus imágenes. La música original de la banda sonora casi inexistente por otra parte, corre a cargo de Dee Barton, aunque ya digo, el film casi se sustenta de los diálogos, los sonidos o de algún tema no original suelto, como por ejemplo el que da título al film en su versión original o ese otro de Roberta Flack tan maravilloso, "First Time Ever I Saw Your Face" que recomiendo que escuchéis en vuestro momento de paz.

"Escalofrío en la noche" es un film interesante, que levanta la mente cinéfila y la pone a aplaudir. Un curioso inicio para una dilatada filmografía la del señor Clint Eastwood, perfecta ya desde sus inicios, pues su compromiso aquí era hacer un film interesante, y lo consigue. No es una obra maestra, pues tiene fallos, pero tampoco es el peor film de Clint, de hecho lo recomiendo fervientemente a sus seguidores. Un 9. ¡Ah! por cierto, el film es de los 70, que buen cine se hacía, o que cine más particular había en la segunda edad dorada de Hollywood.

NOTA:9/10
RECOMENDACIÓN: Cinéfilos. Fans de Eastwood. Ver en V.O.S.
AÑO: 1971
DURACIÓN: 102 min
Ficha en IMDB
Trailer en Youtube



2009/10/23

2009/10/21

Sobre Michael Mann y su falta de "humor"...

"Michael Mann tiene mano para los thrillers chill out, crepusculares en lo figurativo, tecnocráticos, lujuriosos en su diseño sónico, pero no tiene sentido del humor... "Heat" es su mejor película, dispuesta a permanecer, quizás porque nació como piloto para una serie de televisión y eso implicaba que los personajes tuvieran biblia. Allí, además, ofrecía lo que se espera de él, que eche los restos en el delineado de la acción y que nos la vista de tragedia, que para eso somos espectadores del siglo XXI, ávidos de violencia afrodisiaca pero necesitados de coartada. Salgo de casa sabiendo que Mann no es garante de nada, rememorando la experiencia de "Heat" como se recuerda un polvazo eventual e idealizado en el tiempo. Veremos..."


Que quede bien clarito, estas palabras no son de un servidor. Me he decidido a traeros una columna que he encontrado entre mis revistas cinéfilas de casa. Unas palabras sobre Michael Mann y la tendencia a criticar su cine como falto de ingenio, algo muy común entre los esnob de estos días. Lo traigo no para dar publicidad al tipo (que en realidad no se si se hace llamar "bajabragas" o irónico/sarcástico cinéfilo, para mi más bien lo primero, me explico a continuación). Simplemente quería manifestar mi malestar general hacia un grupo de individuos cada vez más común en la calle, en internet, en las universidades sobre todo..., el cinéfilo gafapastilla, que ha visto no digo yo que no, grandes obras, incluso las ha visto con minucioso análisis visual, peero, queridos amigos, en mi queja os diré que estoy harto de que todo el mundo opine lo mismo de una película o cosa. Si en el caso hablamos de Michael Mann y un crítico le tiene manía, 30 culturetas y escritores "cinéfagos" le siguen pero con su mismo argumento, sin matices, y encima se mofan con cierta prepotencia verbal a modo de "sarcasmo" improvisado del verdadero genio, creativo, en este caso, Mann. Dice este hombrecillo, recordar "Heat" como un polvazo eventual, pues mira, de ahí mi definición de bajabragas. Seguramente considerar una obra maestra como un polvo es la cosa más falta de imaginación que haya oído, viniendo de un columnista. Quizás este hombre entre con su camisa (llamativa of course) en un bonito pub indie de Madrid y empiece a hablar de Mann, de Scorsese o del mismísimo Spielberg (del que todos hablan mal, of course 2) con el criterio común de un predecible, y encima, mujeres, divinidad de este mundo, aclamáis unas gafas de pasta, un escupitajo hacia la bici voladora de Elliott, una repulsa hacia la visceral puesta en escena (justificada siempre) de unos infiltrados por acostaros entre bambalinas con el topo, un señor que dice adorar "Heat", dice analizar "El Dilema", "Corrupción en Miami" o "Collateral" a la que la tilda de "anodina" en el mal sentido. Yo le diría a este señor que ya que trata de analizarlo todo, pues, que ha olvidado "El Último Mohicano" y que por una vez, elija a quedarse en ese pub madrileño donde creo que no hace falta que uno pague 3 Euros por oírle berrear, como mucho, esperar a que se marche colgado de un escote que quizás le recuerde a Megan Fox, o mejor: A Kristen Stewart. Yo me entiendo.

2009/10/19

Desazón

Es el estado de embriaguez, quizás un estado indescriptible para las palabras que suenan cansadas, redundantes, una vez más,repetitivas. He aquí la indiferencia de estos tiempos que corren por mis venas. La degradación y declive del análisis. La profundidad del arte hacia lo oscuro, recóndito y metafóricamente repugnante. No saber diferenciar un sueño de una realidad, una caricia ficticia de un suspiro al viento. Una repulsa a la belleza con sus formas, ojos, colores, curvas, desnudez, un repulso intenso que acaba en tu mente. Una aceptación de lo no aceptado, una madurez prematura. Un estallido que mate los problemas y favorezca a los que cargan con el lastre de no evidenciar el curioso don de la palabra. Raíces sedentarias pegadas a la tierra, subsuelo frío y caliente, inadaptable a los sentidos. Felicidad embotellada con lágrimas de alcohol y sueños. Decadencia de la ingenuidad de un sitio cuando las mentes ven ojos en la oscuridad. Pájaros haciendo fácil lo que es tan difícil para los que bifurcamos con la prepotencia de un abecedario gastado, vendido en butacas, deseo, tierra, religión, progreso, retroceso. Títeres que andan con los hilos pegados al trasero sin marionetista o con él. Desazón en mi rincón, pero todo en calma, demasiada para un niño que espera que el hada madrina cumpla sus deseos aguantando con fuerza un trocito del cabello que le inspira, que le entusiasmó, que cortó sin querer, y que todo el mundo cuestionó. Es todo...

2009/10/16

The Imaginarium of Doctor Parnassus

Vaya maravilla artística. No tengo muchos más adjetivos para definir el póster (y el trailer ya lo disfruté en su día) de la nueva película de ese genio infravalorado e incomprendido que es el eterno Monty Python Terry Gilliam, director del film que nos ocupa, y al que aun le tengo que echar del todo el guante, eso si, he visto algo suyo, entre las que se encuentra ese gran peliculón: "El Rey Pescador". "The Imaginarium of Doctor Parnassus" (que aquí seguramente traducirán como: "El molón doctor Parnassus") se estrena en España antes que en los USA (Sí! pero que rarooo!) el 23 de Octubre, yo no me la perderé sin duda. Recordar también, que en sus entrañas, el film tiene la última actuación del desaparecido Heath Ledger, que no pudo acabar el rodaje. Para ello, Gilliam contó con Johnny Depp, Jude Law y Colin Farrel, amigos de Ledger que entre ellos, abarcan su personaje dentro del film (a saber como lo harán). Por cierto, tengo que decir que espero que el film sea un éxito, porque Gilliam ya se lo merece, y que por una vez en la vida, un póster que no tiene los caretos de los que de verdad venden (la chica del póster en cuestión es la guapísima Lily Cole) sea tan apetecible para los sentidos. Gilliam es grande. Ya sabéis que hacer el día 23.

2009/10/11

"Los Otros": Intrusos en el limbo

Antes de deleitarme con "Ágora" (para evitar la masa iré a verla el Lunes), le he dado la oportunidad que le quité a "Los Otros" cuando allá por 2002 intenté verla con todas mis fuerzas posibles. Dada mi repulsión al cine de terror actual, y visto los primeros minutos, el film consiguió que desconectara el DVD. Quizás no era para tanto, "Los Otros" en sí, es una película muy disfrutable, no es una obra maestra como la pintan muchos, pero si una película muy bien hecha, de ahí mi reacción al quitarla allá en 2002 (cuando aun no era muy buen cinéfilo), el guión del propio Alejandro Amenábar consigue asustar e interesar por partes iguales, eso es puro miedo, una sensación que consigue trasmitir bastante bien la historia, eso si, tampoco es perfecta ni lo pretende ser. Isla de Jersey, 1945. La II Guerra Mundial ha terminado, pero el marido de Grace no vuelve. Sola en un aislado caserón victoriano, educa a sus hijos dentro de estrictas normas religiosas. Los niños sufren una extraña enfermedad: no pueden recibir directamente la luz del día. Los tres nuevos sirvientes que se incorporan a la vida familiar deben aprender una regla vital: la casa estará siempre en penumbra, y nunca se abrirá una puerta si no se ha cerrado la anterior. Pero el estricto orden que Grace ha impuesto hasta entonces será desafiado...

Cuando se habla del libreto de "Los Otros" casi todo el mundo comenta el giro final, ese que todos los que lo hayáis visto sabréis, y que yo mismo he denominado como "dar la vuelta a la tortilla". Pero ojo, pese a que el giro es bastante original (aunque abrupto en mi opinión), para mi, todo el que diga que "Los Otros" merece la pena porque es un film sobre fantasmas, se equivoca estrepitosamente, y el giro final, es por tanto lo de menos. Amenábar cuenta la historia de una mujer marcada, impactada por el horror, no ya de convivir con fenómenos extraños, o los supuestos intrusos (je), creo que en mi opinión, el libreto juega perfectamente con esa dualidad, y pone con cierta sutileza el hecho de que la guerra y la sociedad de aquellos tiempos, sufrió bastante puertas para adentro en una oscuridad psicológica y dramática que más allá de los muertos en la batalla es lo que no se aprecia, lo que no se ve. Y es ahí donde entran en juego los "fantasmas", Amenábar juega con una carta "Hitchcockiana", donde el espectador no sabe lo que está ocurriendo hasta prácticamente el final, y juega con el suspense a lo Polanski con un guión con pasajes ciertamente memorables (algunas escenas realmente escalofriantes, que se entienden luego al final como una sensación bastante bonita, no como un terror obvio y superficial). El reparto es estupendo, Nicole Kidman está perfecta, guapísima y grande en su papel de madre (un papel femenino como Dios manda, si señor, en todo momento con sintonía hacia el espectador y determinando cada pasito del film, no como esa cosa que hizo hace poco llamada "Australia", ¿Kidman que te ha pasado?). Del resto, destacar a los niños, Alakina Mann es la niña (¿Porqué siempre acojonan las crías en una peli de terror? curioso, porque consigue emitir al espectador cierta desconfianza), y el crío, James Bentley. Los mayordomos, en especial Fionnula Flanagan, toda una veterana y cara conocida de la televisión de siempre (aparece en "Lost" por cierto). Un reparto estupendo que funciona perfectamente dentro de la agobiante y claustrofóbica atmósfera del film.

Quién diga que Amenábar no sabe dirigir, se tiene que visionar esta película. Este señor es un director (Sí, sí, es español) que sabe lo que hace. No hay más que ver como con muy pocos elementos, consigue causar desasosiego en cada encuadre. El espectador se queda acurrucado en la butaca y en tensión en buena parte del film, y las escenas relevantes donde las "presencias" hacen acto, Amenábar filma las memorables partes por las que el film realmente será recordado. No hay más que ver por ejemplo, la escena donde la niña juega con Víctor, asustando a su hermano (no hay nada de terror, pero Amenábar consigue poner la piel de gallina), la famosa escena del piano y la de la "vieja", la de las telas, o la media hora final. Lo único reprochable, sería, que a pesar de su buena factura, el film no entra dentro de los films redondos en todos los aspectos. La banda sonora (también de Amenábar) es bastante "machacona" cuando no es necesario trasmitir miedo con los efectos de sonido (cosa que pasa en unas pocas ocasiones, de manera innecesaria, y no me refiero a la escena de la lámpara de araña). Y pasado el reto de conseguir ver entero el film, he de decir que no entiendo la absurda comparación con "El Orfanato", quizás aquella de Bayona me hizo pasarlo peor en cuanto al terror psicológico, pero ambas funcionan en diferente categoría en mi justa opinión.

"Los Otros" es un film que no se va por los cerros, cuenta lo que quiere contar con motivos, sin pretensión (quitando algún efectismo que si yo fuera Amenábar hubiese olvidado, pero bueno, estamos en los 2000 y hay que venderlo como cine de terror). No es el film mejor escrito de Amenábar, pero si el que técnicamente mejor está rodado. Un 8,8. Como curiosidad, en la escena donde Kidman oye llorar a alguien en la casa, una estampa de mi padre con una virgen se ha desplomado en el suelo de mi salón, no digo más, jejeje. El Lunes podré decir que me he visto todos los films de Alejandro, hasta entonces...

NOTA:8,8/10
RECOMENDACIÓN: Seguidores de Amenábar.
AÑO: 2001
DURACIÓN: 101 min
Ficha en IMDB
Trailer en Youtube




2009/10/04

La cuarta de Dexter empieza en forma

Ha empezado de nuevo una de las series que sigo frenéticamente, y esta vez se trata de mi asesino en serie favorito, Dexter Morgan. Ha comenzado en Estados Unidos la emisión de la cuarta temporada de la serie protagonizada por el genial Michael C.Hall. A priori, el primer capítulo me ha parecido sensacional, no se si la serie pegará un bajón natural durante el desarrollo de las tramas centrales y secundarias (por cierto, las tramas secundarias se antojan muy pero que muy interesantes, la relevancia de los secundarios como Debra o Batista cobran mayor relevancia, sin dejar atrás la familia de Dexter con Rita y los críos con sus conflictos de convivencia hacia el nuevo personaje SPOILER el bebé de Dexter y Rita FINSPOILER). Decir más del primer episodio, pues en mi opinión, creo que se recuerda tras el visionado, lo cual lo hace ser memorable, ciertamente respira un aire cinematográfico muy bien conseguido. La presentación del nuevo asesino en serie que pone en jaque a la comisaría (y al propio Dexter) no tiene desperdicio (la primera escena es magistral, resuelta de manera cómica y oscura a su vez). Sin contar el humor que se mete de manera natural en la serie (la parodia de la cabecera en modo pesimista, o las salidas de Masuka en la oficina).

Retomando el tema del nuevo álter ego de Dexter, el villano de esta temporada tiene una cara familiar, el mítico actor John Lithgow (muy conocido en los ochenta y sobretodo en televisión) que ya en su corta aparición inicial inquieta bastante, Dexter creo que ha podido encontrar la horma de su zapato. El capítulo termina de una manera sublime que no diré, pero Dexter se mete en uno de los líos más chungos de la serie en los últimos instantes del capítulo. Tengo ganas de saber que sucede y sobretodo, de ver como esta cuarta temporada reinventa como siempre la propia serie, que eso ya es mucho. Calidad.

Encuestas: Gana Corleone

Durante bastantes días, encendí de nuevo el panel de las encuestas para preguntar, a raíz de un post que hice sobre las películas más influyentes (que no mejores como me han comentado por ahí) de los 70. El resultado sigue estando en este film clave y muy influyente hoy en día, "El Padrino" de Francis Ford Coppola, la cinta se lleva la victoria con el 27% de lo votos seguida muy de cerca por otros dos clásicos cinematográficos, "La naranja mecánica" de Stanley Kubrick y "Star Wars" de George Lucas con un empate del 21% de los votos. El tercer lugar en el podio se la llevaría "Taxi Driver" de Martin Scorsese. Gracias a todos por votar (así tengo constancia de que el blog lo visita alguien, jeje) y larga vida a los Corleone, ya en otra ocasión os haré otra oferta que no podréis rechazar.

"Pauline en la playa": Manipuladores

Me adentro un poquito más en el cine francés con este film que lleva algún tiempo llamándome la atención, "Pauline en la playa" del señor Eric Rohmer, un film discreto que acaba como empieza, sin dejar claras las dificultades del hastío amoroso y sentimental de sus personajes. Quizás de eso hable el libreto escrito por el propio Rohmer, las incongruencias del amor como modo de completar almas humanas, un misterio del que nadie sabe beber correctamente, y que a nuestro modo cambiamos cual mitómanos cuando más nos conviene, cuando vemos y confundimos lo pasional con lo realmente afectivo, un puntito muy interesante del que podrían salir miles de conversaciones tras ver la película. El eclecticismo de Rohmer hace que el film carezca de la pedantería de las formas, y consigue plantear al espectador de forma juiciosa con que personaje es capaz de sentirse enamorado para confundirlo más tarde y cambiar la percepción de absolutamente todas las cosas, algo que se explora a modo de metáfora y alegoría con un amor que pulula en la mente de todos pero que realmente es difícil de encontrar dentro del film. Estamos hablando más bien de la mente humana en cuanto a lo sentimental, que es ni más ni menos que un cúmulo de sensaciones mal ubicadas en el tiempo y el espacio sin criterio ni decisión, más bien juicio y miedo a, a saber que.

Pauline es una joven adolescente de 15 años, que junto a su prima Marion pasan un verano en la costa atlántica francesa. Marion se encuentra con un antiguo amigo, Pierre, que mantiene una profunda atracción por ella. Sin embargo Marion prefiere al aventurero Henri, aunque sabe que su relación sería corta. Mientras, Pauline tiene un romance con un chico, Sylvain. Es curioso, porque viendo la sinopsis del film, se puede ver claramente que el film no es una sucesión de hechos sin más, sino que es un ensayo bien preparado sobre la pérdida de la razón sentimentaloide (Que todo ocurra en temporada estival no es casualidad dentro del film, es una razón más para justificar el desenfreno anímico y desequilibrio emocional de los personajes). Por un lado los contrapuntos muy bien expuestos, señalar los fantásticos diálogos escritos entre los personajes (más en concreto esa conversación que tienen sobre el amor al principio, definiendo perfectamente a todos los personajes sin necesidad de presentarlos de forma superficial), la dualidad que existe entre el mundo de los adultos y el inicio de la juventud (expuesta claramente por la protagonista, Pauline) es el verdadero mensaje del libreto y del film en general, como se puede perder el norte de la inocencia, del entusiasmo por descubrir algo tan bello como enamorarse y como denostar la verdadera plaga del universo, que bien podrían ser varias: Los celos, los impulsos descontrolados hacia las relaciones esporádicas, la manipulación hacia los seres inferiores de ingenuidad, el rechazo al corazón y halago a la evidencia física. Temas que hoy en día persisten y que Eric Rohmer ya visualizaba en los ochenta. Un guión de formas sencillas pero complejo en sus capas analizables sin ninguna duda.

En el reparto (tengo que admitir que desconocido para mí, quizás conocido para el público francés), buenas interpretaciones en general, aunque ninguno destaca por su magnificencia, cosa que quizás sea un punto a favor del film, todos al nivel. Para empezar, Pauline, el personaje conductor (aunque de manera indirecta) de todo el conflicto, el punto ingenuo, inteligente y analista de esta chica que está empezando a vivir sus primeras experiencias de juventud ante el cataclismo sexual (porque seamos sinceros, el amor se toca muy de refilón de manera explícita) de su prima mayor que ella. Pauline está interpretada por Amanda Langlet (A la que por cierto, le encuentro un impresionante parecido físico e interpretativo con Ellen Page...) un gran papel que la guapa actriz interpreta a la perfección. Su prima, Marion, está interpretada por Arielle Dombasle, un personaje elástico, de estupidez femenina (que no se me malinterprete, solo es una opinión) y totalmente criticable desde el punto de vista del espectador, buen personaje y papel no obstante, porque consigue lo que se espera de él, que lo detestemos y lo veamos pasar las consecuencias. El personaje de Pascal Greggory, Pierre, es el único que destaca dentro del film por ser la voz de la cordura y precisamente, por ser el perdedor absoluto de la partida de póker metafórica, curioso detalle, ya que cuanto más verdadero sea el sentimiento, la opinión y la razón, más animadversión se creará ante la persona, muy buen personaje y puntualización reflexiva. El personaje de Henri, el "bajabragas" por excelencia, está interpretado por Féodor Atkine, un personaje que bien podría ser el prototipo de hombre que gusta a las mujeres, no precisamente por ser monógamo, es por ello que ataca a TODAS las chicas del film con escenas antológicas (incluyendo esa del final que podría tildarse de pederastia o degeneración extrema de un personaje que se expone con vacío humano tremendo, que funciona de manera interesante dentro del film). Como último, no me olvido del otro personaje adolescente, el del noviete de Pauline, interpretado por Simon de La Brosse o el de la bruta vendedora de frutos secos interpretada por una tal Rosette.

Como puntito no muy complaciente por mi parte, la dirección de Rohmer es bastante "plana". Aunque el film se sigue perfectamente y sin problemas, quizás tenga que ver algo más para determinar un poco el estilo del director, que supongo que lo tendrá. Tampoco es un error, pues el film consigue estar muy bien dirigido aunque la teatralidad se denote en cada fotograma, pues el uso de los planos fijos y largos, el uso de una luz natural (buen punto este) y lo anodino de las formas es bastante curioso, pero le resta quizás atractivo final. No obstante, Eric Rohmer consigue evitar que el espectador se vaya a pensar en otra cosa que no sea en Pauline y compañía, y eso es más que suficiente. Otro punto, el film no dura más de hora y media, con lo que ayuda para que no caiga en lo redundante y hasta "telenovelesco".

"Pauline en la playa" es un film terapéutico, necesario para comprender o simplemente para desconocer aun más al ser emocional. Yo, como Pauline, me uno a la ingenuidad de no tener experiencia en casi nada y de ver, precisamente como el mundo conspira y manipula este factor, el factor de la inocencia, quizás el que Eric Rohmer se empeña en hacernos entrar en razón, a mi no hace falta que me lo explique dos veces, estoy con él, o ya lo estaba desde los primeros minutos. Cerrando el final tal como empieza el film, la sensación terapéutica de la película desaparece, aquí no se enseña a amar, a decidir, a desear sexualmente, simplemente se nos enseña a juzgar. Un 8,8.

NOTA:8,8/10
RECOMENDACIÓN: Ver en V.O.S
AÑO: 1983
DURACIÓN: 94 min
Ficha en IMDB
Trailer en Youtube



2009/10/02

Las comparaciones son...

Son bastante claras, que si que vale, que son odiosas, pero es curioso, anoche vi el tráiler de "REC2" en la tele y me pareció recordar muy descaradamente este plano casi calcado a un fragmento que acontece en la obra maestra de Steven Spielberg, "E.T.". Lamentable porque por un lado los señores responsables de esa hipermega-sobrevalorada "REC", Paco Plaza y Jaume Balagueró, alardeaban en una entrevista que vi hace un añito, de ser originales, pragmáticos, Dioses y demás calificativos varios, será eso, que se han quedado sin adjetivos y han tenido que recurrir a un verdadero Dios cinematográfico, el señor Spielberg. Y como media España irá hoy a ver la secuela de terror que nos acontece y que paso ya de dar más publicidad, yo seguramente iré a mi cita anual con Woody Allen, también ya en cartelera por si no lo sabían.