2008/11/09

"Red de mentiras": Género y ritmo

No entiendo la cierta manía de la crítica en internet (llamemoslo como sea) con poner patas arriba el nuevo film de ese grande del cine, Mr. Ridley Scott. "Red de mentiras" es un film que no llega a la lucidez narrativa y (porque no decirlo) orgásmica de la magnífica "American Gangster", pero si que mezcla perfectamente el ritmo, o algo que Scott hace con muy buena soltura aquí, la acción, el género (inclusive con más suerte que en "Black Hawk derribado"). Cierto también es, que el libreto del señor inflitrado, William Monahan, no profundiza quizás de manera visceral y directa en el conflicto en Oriente Medio, pero creo que tampoco lo pretende. La importancia de la metáfora narrativa queda bien expuesta en unos diálogos muy bien escritos, un ritmo y pasajes realmente conseguidos, donde los ojos no se despegarán ni un solo segundo de la pantalla, ya con esto, el guión de Monahan merece mención y un reconocimiento algo más tolerante que el que le da el resto.

Y cuando hablo de género, me refiero a muchos de ellos en una miscelánea con marca Scott (que con su avanzada edad demuestra una vez más que está en forma rodando escenas de todo tipo), la principal, una trama muy policíaca en pleno oriente, suspense en su parte final (bastante buena por cierto) e incluso una historia amorosa que se adentra un poco en la sociedad en oriente medio, que no molesta e incluso parece interesante la manera de ser mostrada con cierta sutileza en temas bastante concretos. No falta la critica al miedo, a la propia USA o el análisis de la supervivencia (Quizás el mejor punto de la película), el guión no entra dentro de un calificativo maestro ni sobresaliente, pero si que entretiene muchísimo y se ve con bastante seguridad, ritmo e interés. Reparto destacado, por un lado Leonardo Di Caprio, un actor que a menudo me parece bastante notable, pero que aquí no me parece que destaque demasiado, un papel que le viene a medida, vale, pero un poquito vacío y cansado. El que sí destaca es el señor Russell Crowe, su papel es la antagonía de Di Caprio, el mandamás de la CIA acomodado en su patria, vendado de ojos y despreocupado con sus seres queridos, un genial papel que Crowe se marca, de lo mejor del film sin duda alguna. Del resto, destacar también a Mark Strong como Hani, o a la chica de la peli, la guapa Golshifteh Farahani. Un reparto correcto sin más que decir.

Muy acertada la dirección de Scott, colocando la cámara de manera precisa, rodando unas escenas de acción claras y electrizantes (no tan borrosas como las de su hermano) y saliendo muy bien del paso como casi siempre, no olvidemos que Scott es un perro viejo y sabe lo que hace en todo momento. La música original de Marc Streitenfeld no destaca demasiado, más bien acompaña, pero no molesta en absoluto. En cuanto a las partes destacables: me quedo con las escenas de acción, los diálogos entre Di Caprio y Crowe (y su ultima secuencia juntos), el suspense del tramo final, la peculiar escena de la comida de la pareja del film. En general, el film no profundiza en conflictos políticos-sociales en demasía, pero consigue apabullar en su frenético cocktail de acción y géneros contentando la butaca y pasando un buen rato de pseudo-escapismo cinéfilo, que no está tampoco nada mal, y más cuando lo rueda Scott, un señor que a ratos creo que se le infravalora, y otros ratos no. Un 8.

NOTA: 8/10
RECOMENDACIÓN: Ver en V.O.S.E.
DURACIÓN: 128 min.
AÑO: 2008
Ficha en IMDB



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