2010/01/27

"La Conversación": Desmontando al buen espía

Sigo explorando al maestro Coppola, en uno de sus films más emblemáticos. "La Conversación" es una película rodada entre dos magníficas obras de su autor, "El Padrino II" y "Apocalypse Now", pero realmente, esta joya del suspense escrita por el propio realizador, está totalmente a la altura de sus grandes películas. Harry Caul, un detective cuyo prestigio como especialista en vigilancia y en sistemas de seguridad es reconocido por sus colegas en todo el país, recibe el encargo por parte de un magnate de investigar a su joven esposa. Deberá escuchar sus conversaciones con un empleado de ese hombre del que parece estar enamorada. La misión, para un experto de su categoría, resulta a primera vista inexplicable, ya que la pareja no ofrece ningún interés fuera de lo corriente. Sin embargo, cuando Harry da por finalizado su trabajo, advierte que algo extraño se oculta tras la banalidad que ha estado investigando, ya que su cliente se niega a identificarse, utilizando siempre intermediarios. Libreto pues, escrito por el propio Coppola. En líneas muy generales, el film avanza lentamente, con cierta parsimonia, mostrando un personaje (el de Hackman) muy solitario, reprimido por su trabajo y su pasado que ve ante sus ojos una conspiración en toda regla. Motivo y elenco argumental sacado directamente de una conversación amorosa que abre enigmáticamente el film. Que dejará ciertas perlas memorables hacia la media hora final (sin duda la parte más interesante de la película, siendo totalmente reminiscente, irónica y simbólica con lo que Coppola se ha tomado antes su tiempo en mostrarnos con cierta indiferencia, pero con motivos).

La redención del personaje se perfila con humildad, con tacto. Los personajes secundarios son un retrato de una sociedad conspirativa de la era de Nixon (muy apropiada y como digo, con ciertos fundamentos dentro del film que evidencian la comparativa, todo el embrollo con las cintas del WaterGate), una obsesión del personaje de Harry por el perdón, es tan vital, que se le da la vuelta a la tortilla cual injusta vida, y llega el muro de realismo propicio de los films de los 70, el cazador que al final resulta ser cazado, metido en una trama de soledad paranoica y sin posible escape por muchos métodos o solvencias que haya demostrado. Todos, juegan en contra de la moral del protagonista y sus sentimientos, introspectivos, ocultos, siempre por una desconfianza visible, no son excusa para que todo se tuerza en el mal sentido de la balanza. El final de la historia, es un ejemplo singular de lo que un personaje puede decir con tan poco dicho en palabras. El no temor a la muerte, pero si el temor a la no-intimidad, hacen del final un colofón impresionante, donde Harry toca su saxofón, preocupado y no preocupado a su vez por la inmundicia que no aprecia lo vital, el arte quizás del jazz o la simpleza del buen tipo, pese a que su juicio del pasado ha sido ya consecuente, cuando las apariencias de la trama "Coppola" son puestas sobre la mesa, todo se balancea, todo se deja al aire y lo que en principio era un hombre reprimido, ahora lo es al cansancio de su propia lucha dentro de su vida (Supongo que también fuera de ella en la América de aquella época). Un retrato pues, ejemplar, lleno de contenido muy poderoso al que hay que rascarle las cosquillitas. El libreto se mueve entre lo anodino (en sus primeros minutos, cuesta acostumbrarse a tal normalidad narrativa, pero de eso se trata dentro de una obra ejemplar cinematográfica, que te vaya cogiendo poco a poco hasta darte los frutos, un enamoramiento en toda regla) lo surreal (Esa escena de la fiesta en el sótano donde trabaja Harry, o la maravillosa escena de suspense, tensión y a su vez paranoia del Hotel) y lo puramente magistral. Muy bien escrita.

Fantástico reparto lleno de viejas glorias, y nuevas glorias en la época que más tarde traerían un cine fantástico. El protagonista absoluto, es uno de esos actores que siempre están en la sombra del colectivo universal, pero que con su trayectoria, bien merece todos los aplausos y reconocimientos. Hablo del gran Gene Hackman, un actorazo que se marca uno de sus papeles más memorables e impresionantes. Contenido, pero lleno de sentimientos encontrados. Le sigue el mítico actor John Cazale (Fredo en la saga "El Padrino"), el jovencísimo y notable Harrison Ford en un papel que le viene al dedo. Del resto, destaco la pequeña aparición de Robert Duvall, como siempre, muy destacable ante la cámara. Un reparto genial, centrado sobretodo en desentrañar a un Hackman muy inspirado, dramático y hasta catatónico, conectando perfectamente con el espectador, que se meterá de lleno en la piel de un espía de verdad, sin artificios o espectacularidades. Tras la cámara, un inspirado y creativo Francis Ford Coppola. Su técnica y manera de mover la cámara es muy austera, nos va metiendo poco a poco en la historia, a su ritmo, el público nota el distanciamiento de los personajes, la frialdad y crudeza del mundo que perfila su creador (Es por eso que ese Zoom inicial que empieza desde lo alto y nos mete de lleno en la plaza donde se desarrolla la conversación, simboliza como Coppola comprende estas normas, llegar poco a poco al espectador para que su catarsis final no quede descubierta a los diez minutos, inteligente), así con el resto del film, unos planos y encuadres realmente variados, destacar tres partes memorables: La primera, la escena comentada dentro del desván de Harry, con el personaje de la buscona intentando "entrar" en la oscura mente del protagonista, todo ello embalsamado con un decorado en penumbra, algo abstracto y medido para la ocasión, retratando perfectamente al personaje y lo que le rodea (pura sociedad conveniente y manipuladora, de risa enlatada y comentarios de superioridad, ante la honestidad de Harry). La segunda escena y tercera, provienen del final, Coppola se luce en la escena del Hotel, emulando al mejor Hitchcock, poniéndonos en un paranoide panel, unos encuadres terroríficos y chocantes, llevando el pulso del suspense en cada nivel más y más allá, en un terror que no se ve (curioso) pero que se percibe horrible y tortuoso, genial. La última, pertenece al final, donde Harry desmonta su casa, el temor de que lo vigilen lleva a la paranoia, y de esa paranoia nace la descomposición del personaje, Coppola se atreve a mostrarnos a plena luz del día, con cortes, con planos muy picados y paneados inspirados, un final inigualable. Setentero, crudo y cortante, de esos que cortan completamente la respiración o la dejan en el vacío más oscuro (la estatuilla de la virgen es un punto, que tiene mucho contenido siendo reminiscente con una escena en la que Harry va a confesarse, siendo en ésta última, un método para declarar la absoluta negación de todos y de todo lo que le rodea al protagonista, Coppola es grande). Una dirección cojonuda, de las más memorables del realizador, aunque esto casi siempre pasa.

Como último, destacar la partitura original de David Shire en la banda sonora, muy apropiada e inquietante cuando hace acto de presencia (sobretodo en su parte final). "La Conversación" es un film muy interesante, que tiene su propio universo, y su propia metodología para contarte una historia dramática y de puro suspense. A su vez, converge el introspectivo mundo del protagonista, para a su vez, explorar con buena excusa, la moral egoísta y mezquina de la sociedad de Nixon, y porque no, la que mantenemos. Lo dicho, una joya del maestro, otro 10, estoy en racha, buena época cinéfila, si señor.

NOTA:10/10
RECOMENDACIÓN: Ver en V.O.S.
AÑO: 1974
DURACIÓN: 113 min
Ficha en IMDB

Tráiler en Youtube


1 comentario:

DASKABE dijo...

Por fín la viste. No imaginaba que te iba a gustar tanto y que le ibas a sacar tantos puntos.

Buena crítica y a seguir viendo más cine.