2010/05/23

"Laura": Una escalera social al retrato oscuro del amor

Os traigo la primera de las cinco películas que seleccioné como antesala al estreno este Viernes de nuestro corto "Deseo" dedicados al ciclo de Mayo Noir. Y lo hago con esta joyita del director Otto Preminger, y su fantástica e intrigante película, "Laura". Curiosamente, el film nos sitúa en los hechos sucedidos en un Viernes, cuando el detective Mark McPherson investiga el asesinato de Laura, a quien encuentran muerta en su apartamento en extrañas circunstancias ese fatídico día. McPherson elabora un retrato mental de la joven muerta a partir de las declaraciones de sus allegados. El penetrante retrato de Laura que cuelga de la pared de su apartamento le ayuda en esta tarea. ¿Pero quién hubiera querido matar a una mujer de la que, aparentemente, se enamoraron todos los hombres que conoció? Para empeorar las cosas, McPherson también cae rendido ante su hechizo. El fabulosamente rematado e inteligente libreto de Jay Dratler, Samuel Hoffenstein y Betty Reinhardt basado en la novela de Vera Caspary, es todo un alarde de técnica, efectismo con buen sabor de boca, diálogos que parecen corazas de lo bien rematados que se encuentran dentro de la historia (que va soltando sus armas poco a poco, pero sin perder el interés hacia el espectador en cada pista y sin ser tan tremendamente compleja y enrevesada como por ejemplo "El Halcón Maltés" un referente dentro del género). El subtexto amoroso es de lo más interesante, tenemos como hilo conductor al policía que investiga el asesinato, el rudo e ingenioso policía que acaba enamorándose de la verdadera protagonista del film al que da nombre la película, Laura. Una femme fatale que no lo es tanto, aunque la película juegue inteligentemente con el espectador para que este imagine que es la causante del tinte oscuro del film. El amor como decía, se expone a niveles, a clases sociales, y la belleza que Laura posee, es ni más ni menos que el desencadentante de que el cliché expuesto en el género aquí se doblegue hacia otros derroteros más interesantes y complejos (la perdición del hombre burgués ante la simplicidad, la humildad y la belleza de una mujer fabulosa sin medias tintas, es algo que choca ver en un film de estos años, lo cual la sorpresa es grata). Cada secundario está perfectamente integrado en la historia (como pasa en las buenas películas del cine clásico), cada uno aportando gran calidad al diálogo y a la acción. La resolución final nos viene a decir que el ser humano es capaz de hacer cualquier locura por el amor, o más bien por poseer aquello para lo que no está hecho. El canto a la libertad de Laura, la reivindicación del progresismo social que infunde el film hay que verlo con lupa, porque lógicamente en aquellos años, el subtexto y lo introspectivamente sutil lo era todo para disfrutar mentalmente (hoy en día esto se ha perdido por desgracia).

En definitiva, el guión explora muy bien la crítica en contra de la presunción, los alardes de la arrogancia, y esta en pro a la justicia, la humildad y a la sinceridad del amor de una manera tan clarividente y a su vez cinematográfica, que se añora de manera quimérica (porque obviamente se trata de una película no lo olvidemos) que la vida nos regale momentos como los que acontecen a los personajes del film. Dentro de el cocktail del libreto, arrancamos una mueca al ver que se trata de una historia genial que contiene todos los elementos clásicos del cine negro (incluyendo ese misticismo por los retratos, los cigarrillos, las miradas de las femmes o la innata chulería innata de los detectives) pero que a su vez, explora caminos muy sorprendentes y raros del género, lo cual la lleva a un nivel distinto, adulto, maduro, de pocas palabras pero las que hay concisas, interesantes. Y dando vida a los fantásticos y carismáticos personajes, tenemos a la actriz Gene Tierney, una guapísima protagonista que llena la pantalla de una magia especial, hipnotizante su presencia y fantásticamente interpretada, un papel que rompe reglas del (para mi) genial estereotipo femenino del cine negro, lo cual ya es mucho. El policía que lleva el caso, lo interpreta un socarrón Dana Andrews, que se limita a seguir la linea argumental en su papel de chulo y enamoradizo agente de la ley con buenos valores (a lo Bogart, pero sin llegar a ese grado tan perfeccionista del marido de Bacall). Le siguen unos secundarios sorprendentes, el burgués y pedante personaje (decisivo para entender la introspección de la historia y de lo que se cuenta en el mensaje moralista del film) de Clifton Webb, genial aportación. Además tenemos en la pantalla a un jovencísimo Vicent Price, el mítico actor que luego sería icono de multitud de film en el género fantástico y de terror.

La batuta de la dirección corre a cargo de Otto Preminger, un artesano de la industria, y se nota. Sus planos se mueven con dolly por los excelentes decorados de estudio de calles con aceras anchas y farolas que iluminan la torrencial lluvia exagerada de las películas de gangsters. Es curioso como su fórmula teatral cuando los personajes hablan (y los correspondientes planos cerrados a los rostros de los personajes cuando estos tienen algo que decir con la mirada) se lleve tan meticulosamente hacia el camino del detalle (el juego infantil que el policía saca en varios momentos de la película es una manera de identificar la personalidad del personaje, los barridos rápidos en dos momentos clave del film para definir a uno de ellos, donde el lenguaje cinematográfico sutilmente hace desenmascarar al asesino a los pocos minutos del film sin que nadie se de cuenta de ello, desestabilizando la cámara...muy inteligente). Una profunda y estudiada realización, que nuevamente no deja nada encharcado para que el espectador pueda divagar por el metraje, un trabajo artesanal, clásicos, de esos que son tan impecables que merece la pena respetar. Ojo al uso del suspense en dos momentos del film (antes de que Laura haga acto de presencial en la linea temporal presente del film, o los últimos dos minutos de película, muy buen uso del pulso narrativo sin ningún punto artificioso en la realización).

Como última cosa, destacar la escena eliminada que ha sido insertada a bocajarro en la edición en DVD de la película o en las copias que pululan por la red, para mi bastante acertada y la verdad, no entiendo mucho porqué la cortaron (supongo que por ¿La censura? no estoy muy seguro). "Laura" es un film que explora con inteligencia la inestable forma de vida tan burguesa y violenta de la sociedad americana de los años 40. Dentro del relato oscuro, el amor es el medio de transporte que salva los tintes negros, y pone como contrapunto una buena idea para preservar dentro del extenso archivo del cine clásico Hollywoodiense que tantas buenas películas dio en su momento. Altamente recomendable, personalmente no llega a ser una obra maestra dentro del género, pero tampoco lo pretende al ser completamente humilde, aunque poco le falta. Cine de calidad, eso si, muy disfrutable. Un 9,5.

NOTA:9,5/10
AÑO: 1944
DURACIÓN: 88 min
Ficha en IMDB
Tráiler en Youtube



1 comentario:

Pepe Cahiers dijo...

Le felicito por su blog. Los retratos de mujeres siempre han dado mucho juego en el cine negro, basta recordar la magnífica "La mujer del cuadro". Respecto a Preminger, deberíamos subirlo algún peldaño más en el olimpo del séptimo arte, creo que su filmografía se lo merece.

LA GUARIDA DEL EREMITA