2011/02/05

"127 Horas": El hombre y la roca


Director: Danny Boyle
Año: 2010
País:UK
Duración: 93 min.
Sinopsis: Basada en la historia real de Aron Ralston, un intrépido montañero norteamericano tristemente famoso porque en mayo de 2003, durante una escalada, en Utah, sufrió una caída. Tras varios días inmovilizado e incapaz de encontrar una solución, tuvo que tomar una dramática decisión. 



Segundo film y reseña, que dedico a los Oscars de 2011. Es el turno de Danny Boyle y su "127 Horas", film de moda con el actor de moda, James Franco. Mucho me tenía que conmover, inquietar, cosquillear el señor Boyle tras su sobrevalorada "Slumdog Millionaire" película que arrasó en los Oscars de hace un par de años y que a un servidor le pareció correcta, sin más. Por otro lado, la historia se basaba en la historia real de Aron Ralston, que pasó las famosas 127 horas atrapado entre la vida y la muerte, el hombre contra la roca, en definitiva, 93 minutos de angustia, que no solo va por ese camino superfluo y tan caminado por otros films, Boyle acierta, por suerte. Guión adaptado escrito por Simon Beaufoy y el director Danny Boyle. Estamos ante un relato casi documental (en los primeros minutos del film) donde se nos presenta al aventurero, y se nos mete con sutileza, ciertos planos (el inicio frenético con miles de planos del mundo, calles, gentes, y la escapada de Aron es un buen punto de partida para ver la sutil crítica que Boyle inyecta en su película cual sutil ironía de la vida) pero que indaga en el alma humana. Partimos de que el accidente del protagonista coloca al film en una tesitura moral importante: replantearnos el porqué merece la pena vivir, valorar la vida, lo que nos rodea, la vida privilegiada que nos da. Y claro, todo ello, tomando como base a la justiciera naturaleza, que pone al protagonista en un punto primigenio, el hombre contra la roca, la vida y la muerte.

Boyle indaga con angustia, con astucia, la soledad del personaje, adentrándose en ese rincón rocoso, deshabitado, para desestructurar los cimientos del nivel de vida occidental y ponerlos en una balanza de valoraciones. El personaje real de Aron sufre, más allá de lo que físicamente pueda ser visceral (e incluso agresivo, irritable para la vista, gore, desagradable) para los sentidos, lo es para el alma del personaje. Sus confesiones a la cámara, el grado paranoide, la suma de la inteligencia para sobrevivir, nuevamente, el ser cavernícola prevalece ante todo lo actual, la vida por encima de todo. Es curioso, como el realizador juega con el montaje, con los cuidados planos. Boyle puede presumir de ser un director versátil, pues su cámara está físicamente en escena (Aron se graba en unas confesiones muy emotivas y provechosas para la película, por ejemplo, esa que intenta evadir su problema imaginando que está en un late-show, es fantásticamente magistral, pues con eso, se indaga muchísimo en el estado introspectivo del personaje, sin decir mucho, a veces la película se hace hasta muda). Pero más allá de sus recursos, el montaje y la majestuosidad agresiva de sus planos rodados, paranoide, obscena y tan directa cual un puñetazo en un ojo, consiguen elevar el dinamismo de la película. No solo estamos ante un tipo intentando salir del jodido problema, es ahí donde entra la moral, el recuerdo, el análisis sobre la vida, la soledad, la humanidad, la catarsis onírica incluso.

La frescura de la paleta que expone Boyle, elevan el film, arrancan al espectador palabras, el suspense, la desesperación va con el protagonista y el que vea la película, nos hace saltar en la butaca, y ojo con los estómagos débiles, más de uno se tapará los ojos, no del horror visceral y sangriento (que lo hay) si no de lo que es capaz de hacer una persona en una situación limite, tan asombroso, interesante y a la vez aterrador, que el film toca varios géneros así de la nada, con la precisión de una navaja suiza (Esa que el protagonista no lleva por pura casualidad de la vida, o no, je). Y a nivel interpretación, el señorito James Franco se come toda la película él solito. Un papelón que borda a la perfección, Franco está realista, crudo, memorable y muy entregado en su rol, si este año el Oscar no fuera para Colin Firth, sin duda Franco se lo llevaría de cajón. Su lucha estoica mano a mano con el espectador, hace el film muy cercano, muy realista (pese a que el elemento cinematográfico no desaparece cual película documental, al estilo "REC", "Paranormal Activity" o este tipo de realización tan de moda, lo cual agradezco mucho).  El resto del reparto, es casi anecdótico y pasa para contar lo que el protagonista vive a modo de pensamientos, como es el caso de su novia, una preciosa Clémence Poésy, o las chicas del  principio, interpretadas por Kate Mara y Amber Tamblyn. De la banda sonora original, hay que aplaudir prácticamente todo, tanto el fantástico trabajo que realiza A.R. Rahman (Nominado al Oscar este año por este film) poniendo sus notas en los momentos precisos, muy inspirado y perfectamente en sincronía con lo que pasa en la pantalla, genial. Sin olvidar los temas no originales que cargan las tintas (a veces de manera irónica) sobre lo que vemos en pantalla o lo que pasa con el protagonista, es el caso de temas tan bien metidos como: "Lovely Day" de Bill Withers, realmente para aplaudir como está dentro del filmje). Destacar la canción original que canta Dido, que también está nominada este año, muy bonita, y para mi creo que la ganadora, (aunque me divido entre ésta y la de Randy Newman) veremos. Nuevamente nombrar el excelente trabajo de montaje, y la labor empírica de Boyle de mezclar planos de todo tipo de soportes (cine, Mini DV, Fotos, etc...), algo que ya probó en su anterior film, pero que creo que explota muchísimo más aquí, con mejor resultado y no gratuito, justificado al 100%.

En conclusión: "127 Horas" posee todo lo  necesario para el disfrute cinéfilo, pese a que no es tampoco la obra maestra del siglo. No contiene un guión complejo  (más bien todo lo contrario) pero si muy reflexivo, existencilsta, espiritual e interesante. La interpretación de James Franco está ya entre las mejores, o la mejor de su carrera. Boyle filma con inspirada tranquilidad y redondea creo que con mucha más precisión, lo que en 2008 le dio varios Oscars con "Slumdog Millionaire". Una película genial, recomendada. Por cierto, ojito a la escena del brazo tan comentada y debatida, para mí, si que fue especialmente fuerte, pero es una escena perfectamente necesaria dentro del film, quedáis advertidos. Un 9.

2 comentarios:

Josedalmaschio dijo...

que bien me gusta mucho tu blog tienes buena infomacion aqui esta el mio cuando puedas pasas por ahi http://josedalmaschiofilmas.blogspot.com/

Anónimo dijo...

Ya me apetecía ver esta película, pero ahora más todavia.