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Quentin Tarantino dice ser un hombre que homenajea muchas cosas dentro de sus películas. Ahora voy yo y le homenajeo en su cara con un sencillo rotulador, convirtiendo a Quentin en un improvisado Andreu Buenafuente dentro de la campaña que ambos han hecho para White Label. Oye, no ofendo a Tarantino, admiro a este hombre, solo que bueno, a veces es inevitable , el ser humano se aburre o se divierte con la prensa y si tiene un bolígrafo para ponerle cuernos a Rajoy, pintarle un pene al papa o tintar aun más las cejas de Zapatero, pues mejor que mejor...
Que a día de hoy, Clint Eastwood sea uno de los mejores directores vivos del cine actual es indiscutible. Hoy le doy un nuevo voto de confianza (y cuando no), con su ópera prima, "Escalofrío en la noche" en España pero de título muchísimo más acertado en su versión original: "Play Misty for Me". Un thriller con tintes psicológicos, donde Eastwood tiene que lidiar con la locura de una fanática de su programa radiofónico hasta puntos insospechables. Una película sencilla, con tintes Hitchcockianos, pero que es tremendamente disfrutable con los cinco sentidos, una delicia para los seguidores de Eastwood que quieran adentrarse con curiosidad hacia su primer film como director. Dave Garver (Clint Eastwood) es un popular locutor de radio de California que en su programa recibe frecuentes llamadas de una mujer. Garver decide citarse con la propietaria de la misteriosa voz, Evelyn, en el pub que ella suele frecuentar, Pero Evelyn no es la dulce mujer que parece y, ante el rechazo de Garver, éste deberá de enfrentarse a la violencia de Evelyn, que no duda en amenazar y perseguir a la novia de Garver y a él mismo. El libreto lo firman Jo Heims & Dean Riesner, partiendo, como ya he dicho, de una premisa sencilla pero puramente cinematográfica. El punto de calidad lo aporta Eastwood, matizando en los personajes, y lidiando con el tema de la obsesión que tiene la psicópata protagonista del film. El inmaduro y mujeriego Eastwood, paga el pato de sus vicios, y a pesar de que su personaje entre dentro del galán "Westerniano" al que nos tiene acostumbrados, aquí hay matices. El golpe es duro, psicológico y pega fuerte en espectador, pues los tintes de terror y suspense (bien logrados) dentro del guión, logran aumentar la fuerza del film por sí solas. Con una introducción desde el aire (muy típico en el cine de Eastwood, esos grandes paisajes en panorámico, bellísimos) pasando por la precisa clara (y yendo al grano, cosa que se agradece) presentación de los personajes. El nudo arranca la claustrofobia crepuscular que consigue el film, pero le veo un fallito por lo que el film pierde la calificación de ser redondo.
Me refiero a esos minutos excesivamente alargados (Casi parecen de relleno) del festival de Woodstock (se ve realmente la pasión de Eastwood por la música que más tarde llevaría a cabo en sus documentales), o la escenita de sexo, eso si, muy cuidada estéticamente, donde cada plano parece estar milimetrado, pero no se, tampoco hacía falta alargarla tanto (aunque está justificada para poder sufrir mejor en nuestra piel, el conflicto final de los personajes protagonistas, quitándole algo de frialdad a la historia, quizás por exigencias de los productores, dado que Eastwood suele usar la frialdad y crudeza cuando es necesario en sus films más contemporáneos). El desenlace es sencillamente genial. Una pieza perfecta entre el magnífico trabajo de edición (El policía llegando a la casa, mientras Eastwood conduce como un loco y su cuadro se desgarra por un cuchillo, genial, en paralelo), con un ritmo frenético, suspense logradísimo y ojo al último minuto, porque el final es tan brusco, como burro, frío, acojonante y desternillante a su vez, pero ojo, todo en el buen sentido.El señor Eastwood cierra con fuerza bruta (nunca mejor dicho) sacando a relucir, el personaje brutote y descabellado de los Westerns de Leone, estereotipo que viene aquí de perlas para empatizar con el espectador que desea que se haga justicia, yo aplaudo el inesperado, misógino y exagerado final, realmente magistral, jajaja.
Del reparto, decir que todos los personajes, están enmarcados en una etiqueta cinematográfica, me explico. Puede que todo esté algo caricaturesco en cierta medida, pero Eastwood sabe encarrilar muy bien a sus personajes llevándolos por caminos muy acertados, conectando no obstante con el público y siendo muy carismáticos. Es por ello, que Clint Eastwood, representa un personaje a dos bandas, confundido, rudo, mujeriego pero con ganas de cambiar, de madurar (es curioso, suena bastante irónico, puesto que es su primer film como director), un personaje genial, de esos que solo el tite Eastwood puede interpretar. Jessica Walter interpreta a Evelyn, la histérica hija de puta con todas las letras, de la película. Maravillosa interpretación (quizás demasiada sobrecargada de gestos, pero no le pongo ninguna pega, porque funciona a la perfección dentro del tono del film), Walter acojona, aterroriza e inquieta por partes iguales, nunca sabes por donde va a salir el personaje, y si lo sabes, no sabes cuando lo hará (algo muy Hitchcock...). El resto del reparto, muy correcto, destacar también a la novia del personaje de Eastwood, interpretado por la guapa Donna Mills. En líneas generales, el reparto es funcional, la buena dirección de un primerizo Eastwood tras la cámara, no parece afectar a lo que realmente importa, el dinamismo y el interés del espectador para meternos de lleno en cada tramo de la historia.
La dirección de Eastwood es muy artesana. Es curioso, porque se ven perfectamente todas sus referencias dentro de su estética. La más evidente, Hitchcock, pues comparte por ejemplo su manera de llevar el suspense. La cámara se mueve a veces de manera nerviosa (cámara al hombro) ayudando a dar mucho realismo a las partes más viscerales y violentas, con lo cual, el resultado es elegante y nada tosco como he leído por ahí, a mi es más, me impacta visualmente mucho más, y si es Eastwood quien lo hace, pues el doble. También es cierto, que Sergio Leone está presente en la mente del director, supongo que aprendió muchísimo haciendo los Westerns, y aquí podemos apreciar muchos zooms a lo Leone, los paisajes, la composición y fotografía, también muy influenciada. Eso si, Eastwood le da factura, y a pesar de tener films más perfectos técnicamente, la verdad es que aquí sorprende gratamente ver la frescura creativa que tienen sus imágenes. La música original de la banda sonora casi inexistente por otra parte, corre a cargo de Dee Barton, aunque ya digo, el film casi se sustenta de los diálogos, los sonidos o de algún tema no original suelto, como por ejemplo el que da título al film en su versión original o ese otro de Roberta Flack tan maravilloso, "First Time Ever I Saw Your Face" que recomiendo que escuchéis en vuestro momento de paz.
"Michael Mann tiene mano para los thrillers chill out, crepusculares en lo figurativo, tecnocráticos, lujuriosos en su diseño sónico, pero no tiene sentido del humor... "Heat" es su mejor película, dispuesta a permanecer, quizás porque nació como piloto para una serie de televisión y eso implicaba que los personajes tuvieran biblia. Allí, además, ofrecía lo que se espera de él, que eche los restos en el delineado de la acción y que nos la vista de tragedia, que para eso somos espectadores del siglo XXI, ávidos de violencia afrodisiaca pero necesitados de coartada. Salgo de casa sabiendo que Mann no es garante de nada, rememorando la experiencia de "Heat" como se recuerda un polvazo eventual e idealizado en el tiempo. Veremos..."
Es el estado de embriaguez, quizás un estado indescriptible para las palabras que suenan cansadas, redundantes, una vez más,repetitivas. He aquí la indiferencia de estos tiempos que corren por mis venas. La degradación y declive del análisis. La profundidad del arte hacia lo oscuro, recóndito y metafóricamente repugnante. No saber diferenciar un sueño de una realidad, una caricia ficticia de un suspiro al viento. Una repulsa a la belleza con sus formas, ojos, colores, curvas, desnudez, un repulso intenso que acaba en tu mente. Una aceptación de lo no aceptado, una madurez prematura. Un estallido que mate los problemas y favorezca a los que cargan con el lastre de no evidenciar el curioso don de la palabra. Raíces sedentarias pegadas a la tierra, subsuelo frío y caliente, inadaptable a los sentidos. Felicidad embotellada con lágrimas de alcohol y sueños. Decadencia de la ingenuidad de un sitio cuando las mentes ven ojos en la oscuridad. Pájaros haciendo fácil lo que es tan difícil para los que bifurcamos con la prepotencia de un abecedario gastado, vendido en butacas, deseo, tierra, religión, progreso, retroceso. Títeres que andan con los hilos pegados al trasero sin marionetista o con él. Desazón en mi rincón, pero todo en calma, demasiada para un niño que espera que el hada madrina cumpla sus deseos aguantando con fuerza un trocito del cabello que le inspira, que le entusiasmó, que cortó sin querer, y que todo el mundo cuestionó. Es todo...
Vaya maravilla artística. No tengo muchos más adjetivos para definir el póster (y el trailer ya lo disfruté en su día) de la nueva película de ese genio infravalorado e incomprendido que es el eterno Monty Python Terry Gilliam, director del film que nos ocupa, y al que aun le tengo que echar del todo el guante, eso si, he visto algo suyo, entre las que se encuentra ese gran peliculón: "El Rey Pescador". "The Imaginarium of Doctor Parnassus" (que aquí seguramente traducirán como: "El molón doctor Parnassus") se estrena en España antes que en los USA (Sí! pero que rarooo!) el 23 de Octubre, yo no me la perderé sin duda. Recordar también, que en sus entrañas, el film tiene la última actuación del desaparecido Heath Ledger, que no pudo acabar el rodaje. Para ello, Gilliam contó con Johnny Depp, Jude Law y Colin Farrel, amigos de Ledger que entre ellos, abarcan su personaje dentro del film (a saber como lo harán). Por cierto, tengo que decir que espero que el film sea un éxito, porque Gilliam ya se lo merece, y que por una vez en la vida, un póster que no tiene los caretos de los que de verdad venden (la chica del póster en cuestión es la guapísima Lily Cole) sea tan apetecible para los sentidos. Gilliam es grande. Ya sabéis que hacer el día 23.
Cuando se habla del libreto de "Los Otros" casi todo el mundo comenta el giro final, ese que todos los que lo hayáis visto sabréis, y que yo mismo he denominado como "dar la vuelta a la tortilla". Pero ojo, pese a que el giro es bastante original (aunque abrupto en mi opinión), para mi, todo el que diga que "Los Otros" merece la pena porque es un film sobre fantasmas, se equivoca estrepitosamente, y el giro final, es por tanto lo de menos. Amenábar cuenta la historia de una mujer marcada, impactada por el horror, no ya de convivir con fenómenos extraños, o los supuestos intrusos (je), creo que en mi opinión, el libreto juega perfectamente con esa dualidad, y pone con cierta sutileza el hecho de que la guerra y la sociedad de aquellos tiempos, sufrió bastante puertas para adentro en una oscuridad psicológica y dramática que más allá de los muertos en la batalla es lo que no se aprecia, lo que no se ve. Y es ahí donde entran en juego los "fantasmas", Amenábar juega con una carta "Hitchcockiana", donde el espectador no sabe lo que está ocurriendo hasta prácticamente el final, y juega con el suspense a lo Polanski con un guión con pasajes ciertamente memorables (algunas escenas realmente escalofriantes, que se entienden luego al final como una sensación bastante bonita, no como un terror obvio y superficial). El reparto es estupendo, Nicole Kidman está perfecta, guapísima y grande en su papel de madre (un papel femenino como Dios manda, si señor, en todo momento con sintonía hacia el espectador y determinando cada pasito del film, no como esa cosa que hizo hace poco llamada "Australia", ¿Kidman que te ha pasado?). Del resto, destacar a los niños, Alakina Mann es la niña (¿Porqué siempre acojonan las crías en una peli de terror? curioso, porque consigue emitir al espectador cierta desconfianza), y el crío, James Bentley. Los mayordomos, en especial Fionnula Flanagan, toda una veterana y cara conocida de la televisión de siempre (aparece en "Lost" por cierto). Un reparto estupendo que funciona perfectamente dentro de la agobiante y claustrofóbica atmósfera del film.
Quién diga que Amenábar no sabe dirigir, se tiene que visionar esta película. Este señor es un director (Sí, sí, es español) que sabe lo que hace. No hay más que ver como con muy pocos elementos, consigue causar desasosiego en cada encuadre. El espectador se queda acurrucado en la butaca y en tensión en buena parte del film, y las escenas relevantes donde las "presencias" hacen acto, Amenábar filma las memorables partes por las que el film realmente será recordado. No hay más que ver por ejemplo, la escena donde la niña juega con Víctor, asustando a su hermano (no hay nada de terror, pero Amenábar consigue poner la piel de gallina), la famosa escena del piano y la de la "vieja", la de las telas, o la media hora final. Lo único reprochable, sería, que a pesar de su buena factura, el film no entra dentro de los films redondos en todos los aspectos. La banda sonora (también de Amenábar) es bastante "machacona" cuando no es necesario trasmitir miedo con los efectos de sonido (cosa que pasa en unas pocas ocasiones, de manera innecesaria, y no me refiero a la escena de la lámpara de araña). Y pasado el reto de conseguir ver entero el film, he de decir que no entiendo la absurda comparación con "El Orfanato", quizás aquella de Bayona me hizo pasarlo peor en cuanto al terror psicológico, pero ambas funcionan en diferente categoría en mi justa opinión.
Ha empezado de nuevo una de las series que sigo frenéticamente, y esta vez se trata de mi asesino en serie favorito, Dexter Morgan. Ha comenzado en Estados Unidos la emisión de la cuarta temporada de la serie protagonizada por el genial Michael C.Hall. A priori, el primer capítulo me ha parecido sensacional, no se si la serie pegará un bajón natural durante el desarrollo de las tramas centrales y secundarias (por cierto, las tramas secundarias se antojan muy pero que muy interesantes, la relevancia de los secundarios como Debra o Batista cobran mayor relevancia, sin dejar atrás la familia de Dexter con Rita y los críos con sus conflictos de convivencia hacia el nuevo personaje SPOILER el bebé de Dexter y Rita FINSPOILER). Decir más del primer episodio, pues en mi opinión, creo que se recuerda tras el visionado, lo cual lo hace ser memorable, ciertamente respira un aire cinematográfico muy bien conseguido. La presentación del nuevo asesino en serie que pone en jaque a la comisaría (y al propio Dexter) no tiene desperdicio (la primera escena es magistral, resuelta de manera cómica y oscura a su vez). Sin contar el humor que se mete de manera natural en la serie (la parodia de la cabecera en modo pesimista, o las salidas de Masuka en la oficina).
Retomando el tema del nuevo álter ego de Dexter, el villano de esta temporada tiene una cara familiar, el mítico actor John Lithgow (muy conocido en los ochenta y sobretodo en televisión) que ya en su corta aparición inicial inquieta bastante, Dexter creo que ha podido encontrar la horma de su zapato. El capítulo termina de una manera sublime que no diré, pero Dexter se mete en uno de los líos más chungos de la serie en los últimos instantes del capítulo. Tengo ganas de saber que sucede y sobretodo, de ver como esta cuarta temporada reinventa como siempre la propia serie, que eso ya es mucho. Calidad.
Son bastante claras, que si que vale, que son odiosas, pero es curioso, anoche vi el tráiler de "REC2" en la tele y me pareció recordar muy descaradamente este plano casi calcado a un fragmento que acontece en la obra maestra de Steven Spielberg, "E.T.". Lamentable porque por un lado los señores responsables de esa hipermega-sobrevalorada "REC", Paco Plaza y Jaume Balagueró, alardeaban en una entrevista que vi hace un añito, de ser originales, pragmáticos, Dioses y demás calificativos varios, será eso, que se han quedado sin adjetivos y han tenido que recurrir a un verdadero Dios cinematográfico, el señor Spielberg. Y como media España irá hoy a ver la secuela de terror que nos acontece y que paso ya de dar más publicidad, yo seguramente iré a mi cita anual con Woody Allen, también ya en cartelera por si no lo sabían.