"Memento": Una joyita para recordar

Más de moda que nunca en la palestra cinematográfica con la secuela de "Batman Begins", Christopher Nolan rodaba allá por el 2000 su ópera prima, una obra impresionante, llena de matices y un disfrute cinematográfico sin precedentes, "Memento", recordemos:

Leonard (Guy Pearce) sufre una extraña deficiencia de la memoria que le hace olvidar lo ocurrido hace escasos momentos a la vez que recuerda perfectamente toda su vida anterior a la violación y asesinato de su mujer, acto a cuya venganza dedica toda su existencia. Sin embargo, su peculiar amnesia provoca que su investigación se desarrolle ardua y extrañamente, intentando reconstruir a cada paso su propia evolución. Fotos y tatuajes en su cuerpo son la guía que le mantienen en el camino.

El guión, escrito por le propio Christopher Nolan basado en un relato corto de su propio hermano el también guionista Jonathan Nolan, es simplemente maestría, impresionante en todos los sentidos. Un libreto que debería ser estudiado en escuelas de cine, una historia que se salta todo los tópicos clásicos del cine norteamericano y reinventa el género del suspense de una manera muy original. La historia contada através de los saltos temporales comienza por el final, y narra en dos bloques lo que el protagonista no recuerda hacia atrás, dejando la parte cronológicamente correcta para marear la perdiz, haciendo una fusión con las que van hacia atrás en el tiempo en el final de la película, donde todas las incognitas, preguntas se contestan y se hacen nuevas. Y es que el guión de "Memento" es tan grande que sí, tiene muchos puntos de vistas e interpretaciones, y esto es lo que lo hace grande de sobremanera. Es un argumento que sigue al protagonista, el público va con él, con su problema mental y se deja llevar por su enfusiva manera de contar la historia, ya sea con los flash-black, o la "mareante" en el buen sentido, voz en off. Genial el desenlace de la historia, genial el nudo, donde todo parece tan confuso que te atrapa y no te suelta desde el principio hasta el final. En general, una obra de arte, un guionazo, geniales los detalles, diálogos y situaciones (porque hay de todo) y lo más grande de todo. Logra moverse con dinamísmo y con GRAN maestría con tan solo tres protagonistas principales. Fenomenal.

Ojo al reparto, y como bien he dicho, tres protagonistas para contar una historia alucinante. Magistrales los tres peones base. Guy Pearce, el protagonista de la historia crea un personaje UNICO, realmente increible, el público está en directa comunicación con el y su historia de hombre utilizado y lleno de obstáculos por su curiosa enfermedad conecta con nosotros enseguida, su manera narrativa y su carísma hacen del personaje de Pearce una maravilla, genial. Carrie-Anne Moss (conocida por Trinity en la trilogía "Matrix") conforma un papel interesantísimo, en realidad no sabría con cual quedarme de los tres protagonistas. Moss recrea un personaje misterioso al principio, desconfiado en la mitad, melancólico, odioso en una de las escenas mas destacables donde le hace una jugarreta al protagonista que es sublime, en fin, un papelón. Y por último, que no menos importante, Joe Pantoliano, el "amigo" del protagonista, el punto fuerte de TODOS los puntos de giro incontables que contiene el libreto, un personaje excelente que hace dudar, hace volver la tortilla a su bando y consigue eso precisamente, LIARNOS de la manera mas sublime que he visto en un film, eso sí, inteligentemente y con mucha pero que mucha CLASE, la caña. El resto de segundones, excelentes, el matrimonio que aparece como "trama secundaria", el recepcionista del hotel, el matón, todos geniales. Una película sin duda de y para actores, sobre todo usándo el "tridente" que tanto me gusta ver en películas como esta, o como en "Casino" de Scorsese, y que tan bien funcionan.

Nolan, dirige el film con una técnica aplastante. Su manera de rodar es de un dinamismo tan estimulante y tan detallista que dan ganas de aplaudir, el ritmo que da a los planos, el uso de diferentes técnicas de narración (cámara en mano, el flash black, el blanco y negro para diferenciar el momento temporal) la manera de editar el film concuerdan con el guión y viceversa, increible, y todo de manera original, creo que esta película es una lección de BUEN cine en toda regla, y convierten a Nolan en uno de los directores actuales más impresionantes y a tener en cuenta del cine actual Norteamericano. La fotografía, como ya he dicho, se mezcla los fríos momentos narrados a modo de flash-back, con tonos muy azulados y "tenebrosos" típicos del cine de Nolan, a su vez, los flash-back se muestran con tonos más vivos (los recuerdos de la mujer por ejemplo) y sobretodo la fotografía en blanco y negro, utilizada en momentos muy puntuales de la historia, que sin duda es fenomenal. La música original de David Julyan, aunque no deja de ser quizás anecdótica, va en todo momento con el film, sin pasarse ni quedarse corta, correctísima. Momentos destacables: La película en sí, pero yo me quedo con la ya comentada escena en la que la pareja protagonista discute, y el personaje de Moss crea una auténtica putada para el protagonista, esa escena es SUBLIME. El curioso inicio y desarrollo de la película. El impactante final, increiblemente ORIGINAL y ATÍPICO del cine comercial. Los personajes, y en fin, es una delicia de arriba a abajo, una joya que ningún cinéfilo debería perderse.

Sencillamente sublime. Un 10. Quizás la única pega sea que al tener tal cantidad de detalles, que sea conveniente verla de nuevo para sacar más hipótesis y profundizar más aún en el complejo e increible argumento del film.

NOTA:10/10
RECOMENDACIÓN: Cinéfilos. Amantes del cine no convencional y sacar miles de hipótesis.
DURACIÓN: 113 min
AÑO: 2000