Año:2005
País:USA
Duración: 96 min.
Sinopsis: Christine trabaja como taxista, pero su verdadera pasión es el arte, donde expresa sus fantasías. Richard tiene dos hijos y es dependiente de una zapatería. Cuando conoce a Christine sabe que ha vuelto a enamorarse. Richard tiene dos hijos, Peter de catorce años, es el ratón de laboratorio de unas vecinas que le utilizan como preparación para futuros romances, mientras que el pequeño, Robby mantiene una peligrosa relación por Internet.
Sinopsis: Christine trabaja como taxista, pero su verdadera pasión es el arte, donde expresa sus fantasías. Richard tiene dos hijos y es dependiente de una zapatería. Cuando conoce a Christine sabe que ha vuelto a enamorarse. Richard tiene dos hijos, Peter de catorce años, es el ratón de laboratorio de unas vecinas que le utilizan como preparación para futuros romances, mientras que el pequeño, Robby mantiene una peligrosa relación por Internet.
NOTA: 9/10 Ficha en IMDB
Me habían recomendado hace tiempo la película que os traigo hoy al blog. Un film independiente, dirigido por la actriz Miranda July, en España la titularon: "Tú, yo y todos los demás", un film diferente, original, fresco, parsimonioso, detallista, costumbrista, diferente en esencia, interesante para el que os escribe. El guión lo firma también la directora, July nos cuenta un relato de historias cruzadas, con puntos de reflexión muy concretos sobre la cotidianidad de su narración, pausada, de un aire lírico inustiado y de un costumbrismo minimalista que rozará lo soporífero para todo aquel que no trague en vena este tipo de cine. Un cine centrado en puntualizar matices, sensaciones, detalles ocultos entre sus fotogramas y diálogos. Quizás lo más especial del film es su capacidad de originalidad a la hora de tratar la inocencia de sus personajes, de las situaciones frías, poéticas, llenas de inexplicable coherencia, pero que a su vez las posee. Hay que irse a dos escenas clave, la del pez (inmensa por cierto) donde se expone con cierta perplejidad el camino de la vida hacia nuestra inevitable muerte, los senderos de la propia suerte o la indiferencia humana ante esta situación. Una escena que contiene mucho más de lo que expone, superficial para el espectador que no sepa rascar, insustancial para el que no lea entre líneas del relato de July, y pernicioso para los que ven autor en estado puro, que tampoco. El guión nos habla de la inocencia, para mi el tema principal, tanto de adultos, como de la infancia, (marcada con el niño pequeño y sus encuentros escatológicamente magistrales en sus conversaciones vía chat), la pérdida de esa inocencia tras su anterior miedo al fracaso, al abismo. Personajes perdidos en la vida, rimbombantes de orgullo, dispuestos, como bien se puntualiza dentro del film cual metáfora, a no cambiar de zapatos pese a que nos hagan daño los nuestros. Empeñados en ver el futuro, en llegar cansados o con los deberes hechos a lo que creemos que es la vida.
Y es precisamente el final (en concreto la escena que cierra, desconcertante hasta que no se medita con atención tras el visionado) la que nos dice que la vida lleva su propia idiosincrasia, sus propios desvaríos, su constante inexplicable y su vertiente nerviosa que acapara más allá de lo explicable. Para mi, la película recolecta de manera casi sinergética esas preguntas, esa poética real, con todos sus personajes, los casa, los evoluciona con un Karma (esa palabra que nos metemos en el coco para citar lo inexplicable de la casuística vida). De acuerdo que el guión no es perfecto, pero creo que su pretensión no es serlo, ni marcar una circular perfecta, de diez. Es una historia de personajes, de situaciones y circunstancias reales, maceradas con pizquitas de especialidad, de magnificencia humana, de ingenio lírico, hay que buscárselo, si sois intrépidos, os encantará, está llena de detalles que os harán sonreír, decir: me siento identificado, o de abrir mucho los ojitos, interesados en algo que no podemos explicar, pero que ahonda dentro, y si no, siempre podréis recomendarla al rarito de vuestra clase, ese que todos se empeñan en ignorar, pero que está cargado de cosas chulas. ESO, es la película de July.
Me habían recomendado hace tiempo la película que os traigo hoy al blog. Un film independiente, dirigido por la actriz Miranda July, en España la titularon: "Tú, yo y todos los demás", un film diferente, original, fresco, parsimonioso, detallista, costumbrista, diferente en esencia, interesante para el que os escribe. El guión lo firma también la directora, July nos cuenta un relato de historias cruzadas, con puntos de reflexión muy concretos sobre la cotidianidad de su narración, pausada, de un aire lírico inustiado y de un costumbrismo minimalista que rozará lo soporífero para todo aquel que no trague en vena este tipo de cine. Un cine centrado en puntualizar matices, sensaciones, detalles ocultos entre sus fotogramas y diálogos. Quizás lo más especial del film es su capacidad de originalidad a la hora de tratar la inocencia de sus personajes, de las situaciones frías, poéticas, llenas de inexplicable coherencia, pero que a su vez las posee. Hay que irse a dos escenas clave, la del pez (inmensa por cierto) donde se expone con cierta perplejidad el camino de la vida hacia nuestra inevitable muerte, los senderos de la propia suerte o la indiferencia humana ante esta situación. Una escena que contiene mucho más de lo que expone, superficial para el espectador que no sepa rascar, insustancial para el que no lea entre líneas del relato de July, y pernicioso para los que ven autor en estado puro, que tampoco. El guión nos habla de la inocencia, para mi el tema principal, tanto de adultos, como de la infancia, (marcada con el niño pequeño y sus encuentros escatológicamente magistrales en sus conversaciones vía chat), la pérdida de esa inocencia tras su anterior miedo al fracaso, al abismo. Personajes perdidos en la vida, rimbombantes de orgullo, dispuestos, como bien se puntualiza dentro del film cual metáfora, a no cambiar de zapatos pese a que nos hagan daño los nuestros. Empeñados en ver el futuro, en llegar cansados o con los deberes hechos a lo que creemos que es la vida.




La Escena/ Lo mejor: La escena del pez// la escena donde Richard y Christine cruzan la calle y la comparan con el camino que recorren en la vida// Las escenas del pequeñajo en el chat, y su resolución final en el parque// el tramo final.
1 comentario:
This is awesome!
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