2009/11/18

"Camino": La Cenicienta

Siempre he pensado que Javier Fesser, es uno de nuestros directores más geniales, y también bastante infravalorado por el público en general. Su cine es pura maestría, y con cada película, este hombre se reinventa. Fesser filmó la que fue la mejor película española del año para la academia (con la que por una vez estoy de acuerdo, ya que todavía pienso que lo de Jaime Rosales fue un chiste de parte del Ministerio de Cultura), "Camino", y no solo la mejor del 2008, para mi, también una inteligentísima película que podría estar entre una de las mejores pelis españolas de la década. "Camino" cuenta una aventura emocional en torno a una deslumbrante niña de once años, muy religiosa, que se enfrenta al mismo tiempo a dos acontecimientos que son completamente nuevos para ella: enamorarse y morir. "Camino" es, sobre todo, una luz brillante capaz de atravesar todas y cada una de las tenebrosas puertas que se van cerrando ante ella, y que pretenden en vano sumir en la oscuridad su deseo de vivir, amar y sentirse definitivamente feliz. Inspirada en la verdadera historia de Alexia González Barros, la hija menor de una familia perteneciente al Opus Dei, que falleció en 1985 a los 14 años de edad, y que actualmente está en proceso de canonización. El guión, lo firma también Javier Fesser, perfectamente escrito, rematado e hilvanado (bonita palabra para enmarcar la última mitad del film). Empezaré a comentar los dos temas centrales en los que se debate el film, muy interesantes, y de como uno deja en "bragas" al otro de manera sorprendente. Bien es sabio la cierta polémica religiosa que ha levantado el libreto de Fesser, bien es cierto también que a la familia de la protagonista real no ha quedado satisfecha con el film, con estos datos, digo: Fesser ha dado en el clavo con todo y me explico. El film narra la tortuosa enfermedad de una niña normal, alimentada por los extremismos de su madre una sesgante religión cristiana, tema recurrente del que ahora os hablaré, pero dejadme que os diga que lo principal, lo esencial y lo que verdaderamente distingue a los que la critican por su falta de respeto a la religión (erróneamente) a esos otros que sabemos bucear en el lenguaje de los sentimientos, de las imágenes y de la belleza de la ilusión de una niña a la que la vida le parece un sueño cuando peor lo está pasando es para quitarse el sombrero ante tal canto a la vida, la ilusión, la magnificencia de enamorarse de lo esencial. Fesser hace un juego interesante de palabras, mezclando esto que os digo, con ciertas reminiscencias a "La Cenicienta" de Disney ( Presente en el subtexto de la propia historia y de la protagonista, sutil alegoría de la tragedia a través del cariño hacia esa magnífica película de Walt Disney a la que Fesser homenajea de la mejor manera posible) con todo lo que conlleva el tema del Opus Dei, y la religión, siempre el verdadero problema.

Aquí estamos viendo como este elemento (eso si, criticado de manera inteligente, sin caer en la demagogia y siendo totalmente magistral a mi juicio) es la principal decadencia a la ignorancia del ser humano, al rechazo directo de la vida en sí por la radicalización y dedicación a Jesús, Dios y la madre que los parió. Es el elemento agobiante del film, recurrente sí, pero necesario para ver con nuestros propios ojos como se puede manipular la ingenuidad de una niña, como se le puede ir la perola a una madre, y como un padre humilde, inteligente y entrañable intenta poner orden dentro del caos, terminando como siempre, en la injusticia de la vida. Fesser no se mete con la religión, simplemente hace un paralalelismo muy interesante con todo lo que rueda. De hecho se queda con el público en el inicio del film, donde nos preguntaremos del porque tanta exageración por buscar a "Jesús" y del mal uso mediático de los curas que acompañan a la niña en los últimos momentos del film. Todo cobra fuerza, emoción en los giros del final, donde Fesser firma con garra, determinación y pulso, todo un canto a la libertad. Camino es la verdadera cenicienta, digo verdadera, porque es una Cenicienta anclada a una realidad palpable, fría, ignorante y asfixiante con casi todo lo que le rodea, el amor, su ilusión por amar cada detalle es lo que realmente destaca el guión, la imaginación de una niña que quiere verse mejor, lo hace dentro de su ficción (algo tan bello y tan cinematográfico que me siento totalmente integrado en este mensaje), el resto, la religión, es un obstáculo. Fesser no se mete con la fe (de hecho ésta película es pura fe por los sueños y la magia ante la imposibilidad), un ejemplo claro es una de las mejores escenas que recogue el film: Camino está muy enferma y su padre la graba en la sala del hospital. La niña empieza a decir que ve al demonio en la habitación y la madre rápidamente reza para que la niña (medicada y por supuestisimo, muy sugestionada por la constante insistencia religiosa de su madre) deje de verlo. Más tarde dice que en el mismo sitio donde vio "sombras", ahora ve a Dios sentado, diciéndole al padre que lo grabe con su cámara Súper 8. Momento que la cámara captará justo en las últimas imágenes de la película con un asiento vacío rodado por el padre, seguido por un corte en negro. Dios no existe porque a Dios no se le ve por ningún lado y lo que no vemos se escapa de lógica, es ignorancia pura, es un problema, cuando en realidad, el mensaje introspectivo es muchísimo más útil, la felicidad, la libertad de pensamiento. Es un sutil mensaje visual que Fesser ha bordado, aplaudo y vuelvo a aplaudir este final.

El reparto es fantástico. La protagonista, una primeriza actriz revelación, Nerea Camacho, todo un descubrimiento. La niña está para enmarcarla, totalmente increíble el papelón que representa y la fuerza que tiene cuando la ves en pantalla. El resto no se quedan cortos, los padres, geniales papeles, el de la madre, un papel de esos que bien podrían entrar dentro de los "hijasputillas" con bastante impotencia ante los hechos, interpretado fabulosamente por Carmen Elías (por cierto, vuelvo a recordaros la reminiscencia con la Cenicienta, pues este personaje deja retales de la madrastra, como el detalle de las cartas o la imposición ante su hija...). El padrazo, que papelón, que ternura, entrañable el actor Mariano Venancio (que también ha trabajado ya antes con Fesser en "Mortadelo y Filemón") realmente me ha sorprendido, es uno de los mejores personajes secundarios del film, estando en total armonía con el sector del público que entienda bien la película. También aparece por ahí Manuela Vellés (por cierto, muy bella esta mujer...) en el papel de la hermana, bien representado, contando quizás mucho más con los gestos, las miradas, un papel redimido que casa perfectamente con el de la niña en cierto sentido. Del resto de secundarios, me ha gustado ver a Emilio Gavira (Rompetechos en "Mortadelo y Filemón") con un simpático personaje en el genial imaginario de Camino. Un reparto genial. En la dirección, Javier Fesser rueda con un montaje muy acelerado en cuanto al uso de planos, encuadres cerrados, una fotografía muy muy cuidada y una soltura dignas de mención. No solo en cuanto al pulso dramático, pues también el film tiene sus momentos alegóricos, de efectos especiales muy bien resueltos y ensamblados. La técnica es elegante y urbana, directa, sencilla y también compleja, estudiada. Una dirección (también justamente premiada en los Goya) que está perfecta, Fesser es un crack, ya lo ha demostrado de sobra a lo largo de su peculiar cine. Rafael Arnau firma la banda sonora original de la película, muy espectacular, con muchas influencias varias (desde Elfman, pasando por Williams, respetando las distancias claro) muy acertada y destacando, muy bonita partitura, aunque los temas no originales, hay algunos que me parecen un poco innecesarios con el tono de la película (Shakira o Russian Red en alguna ocasión corta), pero bueno, ahí quedan.

"Camino" más bien que un cockail sobre sentimientos y religión, yo tengo más claro de que es un canto libre entre la vida y la muerte, la vida engloba los pequeños detalles, la ilusión, los sentidos, la belleza, el arte (Camilo José Cela amigos, Viena, el teatro, las cartas, el cariño...), y en la muerte la adultez putrefacta de la religión, del radicalismo, de la hipocresía, la manipulación, el rechazo a ser humanos y declinar a ser títeres de, insisto, una religión que no nos hace falta, repito, es innecesaria, reincido, es un obstáculo para ser verdaderamente libres. En definitiva, una joya que al principio choca un poco por su extrema determinación dramática, pero que poco a poco va cogiendote por el gaznate, te exprime, te hace reír , llorar, exclamar, gritar, soñar, los elementos de una excelente película contemporánea, para que luego digan que no las hay, y sobretodo, para los que digan que el cine español no tiene grandes films. Así da gusto, señor Fesser. Así, sí. Un 10.

NOTA:10/10
RECOMENDACIÓN: Cinéfilos de verdad.
AÑO: 2008
DURACIÓN: 143 min
Ficha en IMDB
Trailer en Youtube



3 comentarios:

DASKABE dijo...

Muy bien, muy bien.

De acuerdo casi al completo.
Nada más que añadir.

molly dijo...

Así si y mil veces si,ya te hablé de ella cuando la vi y lo impactada que me dejó,tengo que verla otra vez,me gustan las cenicientas jeje ah soy yo,la que no le gusta el cine español eh ^^pero así...siiiiii

Anónimo dijo...

Pues yo creo que los temas de Shakira y Russian Red pegan perfectamente. Por lo demás, de acuerdo en todo.