2010/08/01

"The Village": Vencer al miedo con amor

A menos de una semana para que nos llegue a la cartelera lo nuevo de uno de los directores infravalorados en el panorama actual, M.Night Shyamalan, me he decidido a ver uno de los pocos films que me quedaban por visionar de este gran director, "The Village" aquí en España, "El Bosque". Un film cargado de simbolismo, de lírica visual, de un contenido de análisis impresionante, y una historia de amor que se traduce en toda la pasión que Shyamalan tiene por el séptimo arte, pues cada encuadre, cada contexto dentro del film, es puro cine, en mayúsculas, solo que al igual que el personaje de Ivy es ciega (no es un elemento casual), el espectador debe saber mirar muy dentro del film y entender sus formas y sutiles gestos. Los miembros de una pequeña comunidad rural de Covington, Pennsylvania, viven atemorizados debido a unas desconocidas criaturas que habitan en los bosques de su alrededor. Varias reglas que no deben ser quebrantadas hacen el asunto aún más tenebroso: No dejes que vean el color rojo. Los atrae. Nunca entres en el bosque. Allí es donde ellos esperan. Y haz caso de la campana de alerta. Significa que vienen...

El libreto del film, lo firma el propio Shyamalan, un atípico relato donde se profundiza en el análisis del miedo social. Los habitantes de un conservador pueblo de la antigua historia estadounidense que se ve amenazado por las criaturas de un bosque, de las cuales un pacto, permiten la paz en el mismo. Se juegan unas cartas interesantes, el bienestar del pueblo es equivalente a la tensión de los miedos, a la capacidad de los personajes de ignorar la verdad con la inocencia. No os quiero explotar mucho el giro, las sorpresas del guión porque hay que verla (a mi ya me la explotaron y aun así es igualmente apasionante por mucho que digan). Pero ante todo, es una historia de amor entre los personajes, de bondad, de superación al miedo, Shyamalan nos viene a contar, que el amor supera cualquier barrera posible, cualquier mentira (y es ahi donde la película parece no calar a aquellos que le defraudan, no entendiendo bien el contexto). El sufrimiento es inevitable, el libreto indaga en estos sentimientos, y el miedo, lo sufrimos a través del desconocimiento visual, a través de Ivy, que debido a su ceguera, nos introduce un valor espiritual inexplicacable, muy sutil y poético, muy cinematográfico a su vez (Shyamalan juega de manera especial con los planos de suspense con este personaje, cerrando los encuadres, mostrando las manos, los escorzos en el bosque, desequilibrando perfectamente e inteligentemente al espectador, inquietando, el espectador va con Ivy de la mano en esas magistrales secuencias finales). El mensaje pues, llegados al sorpresivo giro es sublime, la bondad de las personas. Destacaría la escena en la que aparece el propio Shyamalan, quizás la más aterradora de todas, pues el miedo está hecho de otra forma, miedo a la injusticia, miedo a que la indiferencia humana pueda con los buenos valores (ese reflejo en el cristal en el frigorífico de medicamentos es magistral y sugerente). Para llevarnos al final de la historia, todo en un solo plano secuencia sencillo, impagable, rebosante de cine. El inicio y el nudo, es también disfrutable, todo tiene una simbología especial, los colores (un detalle impecable por cierto, que da carisma a todo el film, y supongo que quedará en los anales de la cinematografía por este concepto) el rojo (simbolizando el peligro, la curiosidad, lo prohibitivo, el deseo), el amarillo de las banderas, del pueblo o de los encapuchados (representando la alerta, la tensión, el color de la esperanza y de la superstición (por cierto, buena palabra para definir un poco la mitología propia del film).

Shyamalan indaga en los miedos de la sociedad, en la corrupción del dinero, en el amor más puro e introspectivo. Un ejemplo es, la conversación de Ivy y Lucius en el porche con la niebla al fondo es tan sublime, poética y alegórica que dan ganas de enmarcarla, terminando con un beso y la mirada fija en una mecedora solitaria, la mecedora de la reflexión ante la niebla que ciega (valga la redundancia) la incertidumbre del futuro, del miedo, del avance. No hace falta explicar mucho más de lo que el guión de Shyamalan deja seducir, de eso se trata, de la sutileza de sus formas, de sus colores, de la percepción del espectador hacia lo introspectivo, hacia la fuerza de adentrarnos en el miedo, en nuestros bosques particulares (por eso el tramo final con Ivy enfrentándose en soledad a sus temores es espléndido y espiritualmente oriental) y tener un motivo para avanzar en la vida. Dentro del reparto, un magnífico repertorio de actores. En primer lugar, Joaquin Phoenix (Te echamos de menos), un pedazo de actor al que se le da el supuesto protagonismo, y cuando Shyamalan quiere, se lo arrebata (cual giro de guión Hitchcockniano que nadie espera, en una escena perfectamente aterradora, la del SPOILER navajazo FIN SPOILER), para narrar la acción hacia el mejor papel de la película, el de la hija del director Ron Howard, la preciosa Bryce Dallas Howard, que borda uno de los papeles de su carrera, Ivy es tan entrañable y especial, que entra dentro del corazón del cinéfilo de cepa, magnífica interpretación, poco reconocida por otro lado. Lo mismo pasa con Adrien Brody, que perfila un personaje complicado de hacer creíble, y que lo consigue (aunque la sensación de que se profundiza un pelín menos que el resto es evidente, y una pena), el "loco" del pueblo, un pilar básico para un par de giros del film (el segundo un poquito más cogido con los pelos, pero molesta poco al ser puramente cinematográfico). Destacar también, a William Hurt, Sigourney Weaver y Brendan Gleeson, perfectamente sumergidos en sus roles, grandes actores.

Hay una cierta similitud, también metafórica, con el hecho de que Shyamalan, vence de alguna manera sus miedos cinéfilos. De todos es sabido que el director Hindú, siempre ha sido muy mal tratado por la crítica y en gran parte, la masa que no entiende su cine (o no lo quiere ni intentar entender), dentro de su poética puesta en escena de la que ya os he hablado y que me parece impresionante (e imprescindible para el cine actual, pues la original, el carisma y su manera de mover la cámara son puro clasicismo y aire fresco en nuestros días), Shyamalan vence de alguna manera el miedo como pasa en su cinta, con amor al cine, con pasión a la historia que cuenta, como con los ojos abiertos de un humilde niño que adora este medio y que no quiere más que contar un cuento, eso es en parte el cine de este hombre, hay que entenderlo, hay que mimarlo, pues es fantasía, magia, color y penumbra, un elemento profundo que no es barroco visualmente (como parece abundar en el cine de nuestros días para justificar las formas, un error por otro lado), la simpleza de las formas, la complejidad interior, hacen de esta, para mi, la mejor película de Shyamalan, pues no hay artefactos en las formas (como podría haber un poquito en "El Sexto sentido" o en "Señales" dos films perfectos por otro lado), y cuenta con cierta poesía todo el relato (como pasaba en "La joven del agua" o en la magistral y Hitchcockniana "El Incidente" uno de los films más infravalorados del director). Además, la partitura de James Newton Howard (compositor habitual de los films del director que parece tener mucha identidad e imaginación cuando trabaja con el director) es tan sutil, magistral y impecable, que va en todo momento pegado al corazón del espectador, siendo poética, inquietante, certera, dramática, directa, una composición impecable que recomiendo oir por separado, que grande es James Newton Howard.

Hace tiempo, hablaba con alguien sobre el film, me decía que sus bases argumentales carecían de credulidad, que en parte el film se tambaleaba y no avanzaba, quedándose en un vacío importante. Entiendo, que esta opinión, se aplique a la mayoría de espectadores, que entendieron superficialmente (o no, pues habrá gente que no les cuaje, respetable) el mensaje que iba más allá. Cinematográficamente para mi, "The Village" es inolvidable, su forma de ser contada, de ser narrada muestra que las formas de Shyamalan no dejan de asentarse en la espectaluaridad y artificio del Hollywood actual más conservador (de hay también no deja de ser irónico, pues que Shyamalan utilice esta retórica e inteligente forma para burlarse del sistema en general). Una joya, una obra maestra que muchos deberían apreciar, pero que como pasa con las buenas películas, la controversia y sus formas hacen que sean para unos paladares más selectos. A la espera de "Airbender", Shyamalan puede permitirse cualquier lujo, ya me ha ganado. Un 10.

NOTA:10/10
AÑO: 2004
DURACIÓN: 108 min
Ficha en IMDB
Trailer en Youtube


2 comentarios:

Mor dijo...

Al fin una buena critica para esta obra maestra!!!
ya estaba empezando a cuestionar mi propia opinion :)
apoyo la nota
saludos

La Maga dijo...

Uff, esta peli la ví cuando tenía 14 años. recuerdo que fue un boom ese año, y que todo el mundo quería verla. Se esperaba que diese mucho miedo, pero más que una peli de terror, es un crítica social, o así la entendí yo. También recuerdo que fue el despegue de la carrear de Joaquin Fenix. Estoy de acuerdo con la nota que le has dado! =)