2010/11/16

"Flores Rotas": Camino a la desolación



Director: Jim Jarmusch
Año: 2005
País:USA
Duración: 106 min.
Sinopsis: Don es abandonado por su última amante, Sherry, pero todo cambia cuando recibe una misteriosa carta de color rosa. La carta es de una antigua novia que le informa de tiene un hijo de 19 años que podría estar buscándole. Don se ve obligado a investigar este suceso viajando a través del país en busca de pistas sobre 4 antiguos amores.
Mi Nota: 9     Ficha en IMDB


Jim Jarmusch es un cineasta especial, me gustó en la primera película de él que vi, "Coffee and Cigarettes" y no hay duda de que es un realizador a tener en cuenta siempre dentro del panorama cinematográfico actual. De eso no hay duda. Sus películas suelen tener varios ingredientes, que pasan entre la cotidianidad de sus imágenes y situaciones, pasando por las dudas existencialistas y morales de los protagonistas con cierto recelo introspectivo, que verdaderamente, me gusta. "Flores Rotas" es una película contenida, arriesgada, con pasos firmes y silenciosos, un cuadro de sensaciones que requiere ser leído con atención, pues no es una historia con los cánones del Hollywood del que procedía su protagonista (Bill Murray), más bien bebe de mejor cine independiente americano, Jarmusch podría considerarse el padre de eso. El exquisito, bipolar y agridulce guión lo firma el propio Jarmusch, inspirado en una idea de Bill Raden.

La película explora la soledad, la madurez de la edad, el paso de tiempo en su fase más pasiva, más indiferente, en definitiva, el realismo casi cínico que Jarmusch imprime a sus personajes y situaciones, dejan entrever un guión fuerte, que se mueve entre un drama, la comedia más ácida (en el sentido literal de la palabra) y la road-movie por excelencia. Bill Murray redondea el papel por el que se le ha ido reconociendo ultimamente (éste parece una extensión del de "Lost in Translation" de Sofia Coppola, pero con algún matiz), metiéndose en el papel de Don, un solterón cincuentón que sigue viviendo en un mundo rodeado de mujeres. Curioso, la película explora también el mundo femenino desde todas las perspectivas posibles, ya sea la madurez de éstas (el fantástico papel de la siempre genial Frances Conroy, que está estupenda), la sensualidad e inmadurez pese a la descendencia o el paso del tiempo, perfectamente reflejadas en los roles de Sharon Stone y Alexis Dziena (en un curioso guiño a la Lolita de Nabokov). La premisa está servida, esa escena en el aeropuerto donde Murray observa a una mujer sentada con los pies extendidos sobre su maleta, es un claro exponente de la atracción, de esa sensación de que algo se cuece en el aire, sin palabras apenas, la historia deja caer estas perlas (por ejemplo, el desternillante papel de Jessica Lange o el de su esperpéntica secretaria interpretado  por la voluptuosa Chloë Sevigny).

A medida que el protagonista avanza a través del pasado, en busca de una verdad muy incierta, se da cuenta que el presente es lo único palpable, tangible, y el paso, es un reflejo de lo que fuimos y no una cuenta corriente donde se suman actos favorables a largo plazo. El personaje de Don dice algo similar en la parte final del film. Retomando el viaje, Don entiende las mujeres, todas las "psiques", comprensibles o no, todas ellas fantásticas. Hasta el corto papel de la adorable Julie Delpy tiene su porque en la película. Pasando por la vuelta de rosca en el giro donde el nudo agoniza, con la anecdótica aportación de Tilda Swinton (que no se como lo hace pero siempre me sorprende en cada peli suya en la que aparece, incluídas las de Narnia). De vuelta del viaje, y con la franqueza altruista del gran amigo de Don, Winston, interpretado perfectamente bien por Jeffrey Wright, llegamos al final de la película. Un arriesgado y anárquico giro, donde la mente del espectador juega el papel más relevante y decisivo para sacar sus conclusiones. El guión deja a Don en mitad de una calle con miles de bifurcaciones posibles, con la cámara girando a su alrededor. Y es ahí, donde Jarmusch cierra perfectamente la película, insistiendo en su concienzuda forma de aplicar la realidad, tomando como rienda el camino a ninguna parte, narrando el presente como método más tangible de respuestas hacia su narración, hacia el espectador. Chocante, agridulce, pero sumamente arriesgado, liberador y fresco. Y esos calificativos son aplicables al metraje entero. El futuro de Don, quien sabe, eso ya es otra historia y sobre el pasado, mejor dejar juzgar al tiempo, a esos planos largos de la cámara de Jim (que parecen ser más atractivos mediante pasa el tiempo, cuando te dejas llevar por la excelente banda sonora y los precisos cortes ya desde los títulos de crédito iniciales), las flores rotas, y no solo ellas, por ejemplo, el salón del protagonista, expone como simbolismo el paso del tiempo, la inadaptable moral, el sin sentir del tiempo, de la vida, del fluir del optimismo tan musical influyente por el resto. Desmitificar a un personaje carente de identidad, que se ve golpeado por la soledad. Son temas reales, escabrosos, perfectamente cinematográficos a su vez. La fuera de la historia, de los planos y de los silencios, hacen el resto.
Del reparto, excepcional, un plantel de actores muy interesantes (ya te quedas impactado con la cantidad de grandes talentos que aparecen en los créditos nada más empezar), destacar también el papel del siempre genial Mark Webberperfectamente con el tono del film y que realmente son imposibles de olvidar una vez se meten en tu cabeza. Es por ello que destaco por ejemplo, el estupendo tema inicial de Los Greenhornes, "There Is An End", la pegadiza "Yekerme Sew" de Mulatu Astatke (que aparece casi siempre en el trayecto donde el coche se pone en marcha, como una seña de identidad, un tema entre oscuro, misterioso, como detectivesco y a su vez optimista, muy curioso), pasando por Holly Golightly o el mítico Marvin Gaye. La selección es tremenda y recomiendo que la escuchéis más allá de las imágenes del film.


En conclusión: "Flores Rotas" expone de manera introspectivas, los miedos, la desolación de la soledad (valga la redundancia), la estridencia y carisma de los personajes femeninos aportan un aire natural y a su vez anti-social a todo el film, impregnandose en cada pasaje. Jim Jarmusch mueve con suavidad la cámara, la mima, la revaloriza en cada secuencia, la llena de parsimoniosos movimientos para recrearse en la más absoluta realidad narrativa, y de ahí, se explorar los sentimientos del espectador, de ahí, se saca así, casi de la manga (aunque realmente no) una excelente película, muy subversiva sobretodo en su inesperado final. Hay que verla para sacar sus conclusiones, yo, me quedo en ella. Un 9.


5 comentarios:

DASKABE dijo...

Bien, bien, bien. Te ha dado bastante por lo que veo. Supongo que porque te pilla en un buen momento de identificación.
Eso sí, sigo recomendándote el resto de su filmografía.

Luigi R.p. dijo...

Sep, yo me mayor quiero ser Bill Murray! :)

DASKABE dijo...

¿Seguro? Las cosas en la ficción se ven muy guays, pero luego vivirlas es otra coas. De hecho, para mi el final de esta peli es bastante triste.

Luigi R.p. dijo...

He dicho Bill Murray, no Don el personaje de la peli xD

metadonico dijo...

Buenísima película, dejando conciencias rosas.