Hay momentos en la vida de un hombre (bah, demasiado tópico, demasiado cinematográfico, nop…, a la basura) …
En este momento, la vida gira en torno a unas decisiones. Personas que influyen dentro de ese circulo imparable sobre tu dura decisión, donde al principio te parecieron confiables cada sentimiento de humildad y confianza, más tarde te diste cuenta de que el tiempo que perdiste con ellas solo es recuperable en un sentimiento que anhela deshacerse de algunas, anhela una libertad impagable, para enfrentarse a una cárcel mucho más dura, la vida real.
Me he permitido soñar mucho tiempo, demasiado, y cegando mis objetivos he conseguido convertirme en algo que no quiero. Una persona perdida en una celda de cuatro paredes, que soñó conseguir aquellos sueños por una cantidad muy pequeña, grave error. Ahora me doy cuenta de que el ser humano es preso, y lo será siempre. He de abandonar sueños, muchos sueños, para quizás mucho tiempo, y dedicarle tiempo a aquello que me hará realmente felíz como persona.
¿Qué estoy haciendo? No lo sé. ¿Por qué me encanta la tranquilidad, y disfruto de los pequeños detalles? ¿Por qué sufro en algo que no debería ser tan difícil para el resto del planeta?
Un día, alguien me dijo: ¿Realmente quieres ser como los demás? ¿Quieres despertar cada día y darte cuenta de que eres una hormiguita obrera que de vez en cuando encuentra un trozo de pan? ¿O quieres ser algo grande, algo soñado?. Realmente ninguna de las dos cosas, no me sirven, solo quiero ser yo. Quiero ser felíz, ir solo al parque y pensar, leer, quiero grabar cosas bellas y no dinero. Quiero ser uno más sin serlo del todo, quiero volar, vivir en París, salir de esta puñetera celda, sin más, olvidar a mucha gente, regalarles algo grande a otras que se lo merecen desde el primer instante. Quiero volver a reír de verdad.
Quiero romper. Encontrar mi sitio… no quiero hacer daño… pero algún día, inevitablemente lo haré… si tu eres una víctima futura, lo siento.
Me voy a París, con ella, la que me inspira, bella, dulce, la de mis sueños, a tararear “la vie en rose”. A reírme con él recordando todo lo que hemos vivido y decirle que es mi hermano. A decirle NO de una vez. A decirle Gracias por todo. Me voy a aquel lugar donde nacen los sueños y esperan ser cumplidos.
Buenas noches...
3 comentarios:
Precioso. Te entiendo.
Espero que todo se arregle.
No te preocupes, "saldrás de esa cárcel", iras a Paris, reiras días conmigo y le dirás NO.
Paciencia...
Buena reflexión tio. Aunque algo pesimista, normal en ti jejeje.
Saludos.
Gracias a los dos. Tengo el blog lleno de paranoias miass y tengo q hacer las críticas, pero no tengo ganas...
No estoy muy bien de la chota esta puñetera semana, que asco, pero bueno. Gracias al menos por leerme.
uN abrazo!
Pesimista forever...
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