"Criaturas Celestiales": El cuarto mundo de los sueños rotos

Peter Jackson pegó el "pelotazo" del reconocimiento en Hollywood con esta película, "Criaturas Celestiales" del año 1994, un film de desbordante imaginación por parte del Neozelandés que descubría a una Kate Winslet al firmamento de las estrellas. El guión del propio Jackson y su mujer (colaboración ya habitual para quienes conocen la filmografía del director) Fran Walsh, historia basada en hechos reales que narra un suceso que conmovió a la sociedad neozolandesa a mediados del siglo pasado. Dos amigas del colegio comienzan a entablar una relación tan intensa y especial entre ambas que despierta el recelo de los padres de una de ellas, mientras al mismo tiempo se crean un mundo imaginario y lleno de fantasía en el que las dos jóvenes adolescentes se refugian ignorando al resto del mundo. A priori, el guión podría estar catalogado en ser una historia que trata la homosexualidad de dos niñas, error. Para mí, la bella historia que Jackson y Walsh nos cuentan, proviene del amor más introspectivo hacia el ser humano (ya sea hombres o mujeres, da igual), los sueños rotos, la imaginación para poder soñar, lo complejo que es el mundo para dos ingenuas pero brillantes mentes. En realidad se expone perfectamente este tema, el mundo en contra de los sueños y el amor. Es por ello que la "homosexualidad" es una excusa obvia del ser adulto y lógico. La lógica moral, rutinaria, aburrida e ignorante es escupida por Jackson, habrá espectadores que salgan del film a los diez minutos, unos diez minutos forzados, pero totalmente justificados, he de reconocer que me asusté al ver situaciones tan "pastelosas", nada más lejos de la realidad, Jackson sabe perfectamente lo que hace con sus personajes, va transformando su narración, en una mezcla de oníricos sueños, realidad pasmosa y tocapelotas (esa realidad que desgraciadamente creamos y padecemos todos). La enfermedad no es esa que naturalmente es imposible de curar, sino esa que el ser humano impone ante los sentimientos, como un muro de hierro impenetrable. Tanto es así, que el juicio moral de su IMPECABLE media hora final, hará que el público entre en la mente de las niñas, juegue con ellas oyendo a Mario Lanza, mientras se prepara, se masca la inevitable y triste tragedia. El libreto de Jackson tiene algo de autobiografíca imaginación, de ahi los mundos fantásticos que crea, castillos, principes y princesas, la mordaz crítica hacia una sociedad putrefacta que no hace más que conceder imposición (la iglesia o la psicología están asesinadas dentro del film de manera irónica y con esa mala leche que el cine de Jackson, sobretodo el Gore de serie B, le caracteriza, genial).

En general, un guión mordaz y peligroso, pues se arriesga en mezclar la ficción más extrema y la lírica de lo visual, dualidad que se contraresta con una realidad dramática y chocante, Walsh y Jackson lo hacen con una soltura y determinación absoluta, aunque reconozco, y reconoceréis cuando veáis el film, que es bastante confuso en su primera parte, cuando el film entra de lleno en nuestros corazones, este factor se olvida, hay que darle confianza, mimo y poner ojo de soñador, en parte, esto es lo que quiere Jackson, que no veamos la homosexualidad como excusa, y hecho único, sino que nos enamoremos TODOS de las personas, de estas niñas, de la vida libre y fantástica, de los cuentos de hadas imposibles, bendito seas cine. Reparto pues, logrado, más que correctos. Las dos protagonistas indiscutibles, la genial Pauline interpretada por la desconocida (por desgracia) Melanie Lynskey que está estupenda, nada forzada, es dulce cuando quiere, inteligente e incluso asusta en su evolución, sencillamente genial. La acompaña una jovencísima Kate Winslet, muchos dicen que es el papel de su carrera, yo creo que Winslet hace un extraordinario papel dentro del film, pero carece quizás de la madurez como actriz para ciertas escenas, cosa que ya ha superado con creces. Ojo con los secundarios, aprovechados tan bien y representando la jodida realidad, hay tenemos a la madre de Pauline, interpretada por Sarah Peirse (sus miradas son fantásticas, buena interpretación), o el padre de Juliet, el actor Clive Merrison, quizás los secundarios más importantes y destacables del film, geniales. Un reparto que al principio parece algo teatral, pero que poco a poco funciona mejor, como un engranaje antiquísimo que va a su ritmo.

Que decir de la dirección de Peter Jackson. Pues que es una completa maravilla, sin más. Jackson ya apuntaba maneras y mucho de lo que aquí se ve, tiene todo su estilo, desde los imaginativos planos llenos de fantastia (con algún que otro efecto especial), la iluminación y estética, los famosos planos aéreos de "El Señor de los Anillos", la cámara en mano para desequilibrar el drama y poner el suspense al servicio del espectador, todo es pura maña cinematográfica, muy artesanal, quizás sume muchos puntos al film pues la técnica de Jackson es un puro disfrute para el cinéfilo que analice cada significado y planos (por cierto geniales siempres, cada encuadre es sencillamente perfecto). Puntos más flojos se lo lleva la banda sonora del film, no la no-original, esta es muy buena con temas muy bien expuestos, me refiero a la original compuesta por Peter Dasent, en lo general me choca, me resulta fea en algunos momentos destacables y hasta de bajo presupuesto (no dejaba de pensar en el midi feo que tenía aquel film de Chiquito de la Calzada, "Bracula", mientras oía el "score" de Dasent jajaja), pero en fin, no todo iba a ser un camino de rosas. Destacaría también el montaje, muy dinámico, la película se ve perfectamente hasta en sus partes más dificiles, lo cual es una tremenda ventaja.

"Criaturas Celestiales", es un film a la altura de su director, bueno, artesanal, bonito y disfrutable como cinéfilo, ojo, abstenerse las personas que no sueñen con la vida, los realistas a casa. Un 8.

NOTA: 8/10
RECOMENDACIÓN: Cinéfilos. Ver en V.O.S.E.
AÑO: 1994
DURACIÓN: 108 min
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