El único que me ha acompañado fiel en esta noche tan "especial", el primer día de 2008, con él, porque siempre está cuando lo necesito y por los sueños rotos que me ha logrado olvidar un poquito pegándome a la realidad. Hoy me siento absurdo tomándo las uvas, me sentí olvidado, y matemáticamente manipulado por una vanal medición de tiempo para las hormiguitas del mundo. Aún así, Bob Dylan y yo, os deseamos un nuevo año 2008 llenos de idiotez humana. Feliz 2008.
No hay comentarios:
Publicar un comentario